13 ene 2009

Amor de Verano y Autocontrol

20 de Enero de 2006 Viernes

Han ocurrido cosas que me dejaron sin aliento en la semana, ya que Gina me es
tá ayudando a controlarme...

El lunes, Gina me estaba esperando en la puerta de mi salón para acompañarme en el recreo, claro que me estaba distrayendo por mirarla. Se avergonzó mucho cuando el profesor me llamó la atención. El profesor me dijo al como:
- Alumno, por favor, deje de mirar a la puerta... ¿O prefiere acompañar a la señorita de afuera?

Cuando dijo eso, Gina se puso muy sonrojada, se ocultó y todo mi salón se empezó a reír. Luego, por fin en el recreo, Gina me quiso contar acerca del amor de verano... Le pedí que me explicara más, pues era seguro que lo estaba diciendo por mí. Estaba apunto de explicarme; sin embargo, parece que lo pensó mejor y, mientras trataba de responder, se puso nerviosa, tartamudeaba tanto que al final no me dijo nada. Cuando terminó, me reí, ella estaba muy roja y cuando le iba a preguntar si quería salir conmigo en el fin de semana... Cambió de tema rápidamente, diciéndome que yo debía aprender autocontrol para no hacer tantas estupideces.

Así que empezó mi "entrenamiento". Gina empezó a ponerme esa mirada que me gusta muchísimo, pero con ella no salía de control. Supongo que era porque estuve con ella, no tenía ningún efecto. Pero, sí me parecía muy hermosa. Luego, Gina me dijo que iba a ser algo más atrevida, me emocioné y le dije que no importaba... Empezó a acariciarme la ca
ra y mi reacción fue casi automática. Tomé su mano suavemente mientras aún estaba en mi cara. Mi respiración se volvió ligeramente tosca y me quería acercar a ella; pero, se dio cuenta, se sonrojó y me jaló la oreja. Me sonrió y me dijo: "Eres un pequeño pervertido, fue solo un pequeño contacto". Me avergoncé, el receso terminó y me despedí.

Bueno, el martes ella tenía cosas que hacer, así que voy a contar lo que ocurrió el miércoles... Me llevó comida casera, (la llamé temprano para que ella me lleve comida o algo así) ya que ese día, por estar apurado, n
o tuve tiempo de desayunar. Gina prepara muy rico, me sentí muy muy feliz al saber eso y, cuando terminé, le di un beso en la mejilla, claro que ella se sonrojó y me jaló la oreja. Ya parecía un cachorro al cual entrenaban. Luego seguimos con el "entrenamiento". Primero puso una bella carita, no pasó nada; pero igual me daban ganas de besarla un poco. Me acarició la cara, pero esta vez no pasó nada porque me controlé. Me abrazó muy romanticamente y sentí un cosquilleo por dentro. No supe cómo reaccionar, solo seguí abrazándola y sentí que ella me correspondía. Sentía su calor corporal, el cual era muy agradable pues sentía su aroma peculiar. Su olor me gustó tanto que pegué completamente mi cuerpo contra el suyo. Luego, logré que Gina se recostara en mi brazos y acariciaba su cabello... Cerró sus ojos con una cara sonrojada. En ese momento, recordé que no deberíamos estar haciendo eso en el colegio y me controlé mi cuerpo para que sintiera que de verdad puedo tener autocontrol...Al final, lo logré.

Me separé de ella e hice que nos calmáramos de esa pequeña calentura que nos entró... Luego de unos segundos de incómodo silencio por las acciones cometidas por mí, Gina se calmó y me abrazó diciendo: "Creo que ya le puedes ser fiel a una chica, que esto te sirva de lección para que no hagas nada malo". Me besó en la mejilla, se despidió de mí, caminó hacia el baño y, mientras lo hacía, giraba de vez en cuando para verme. Finalmente, se fue a su casa más temprano, pues no la veía por la puerta del salón.

El jueves, es decir, ayer, Gina se fue a acompañarme... Pero Estéfani también fue. En el receso, Estéfani se acerco a mí a saludarme (solo me abrazó) y preguntó como estaba... (el relleno de siempre, ya que no la veía casi dos semanas)... Cuando Gina vio que no la estaba mirando con ganas de coquetear, se sintió más alivida. Cuando me estaba despidiendo, Estéfani me besó en la mejilla, me emocioné y creo que vieron que mi respiración cambió un poquito y que me había sonrojado. Me quedé sentado sin moverme ni un milímetro junto a Gina para disimular hasta que se fuera Estéfani. Gina estaba sorprendida por mi actitud, ya que no la miré con ojos pervertidos, me dijo que estaba satisfecha. Sentía que debía desfogarme un poco y la abracé de una manera romántica con la excusa de agradecerle. Me dijo que no había de qué y bla bla bla... El punto final de todo esto que ya desbloqueó mi número de celular y por eso estoy feliz, pues puedo volver hablar con ella... Igual, me siento algo humillado, parezco un perro entrenado.

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