21 ene 2010

¿Pequeño problema?

06 de Agosto de 2006 Domingo  
 
El día de ayer estuvo horrible, porque tuve que llevar prácticamente de paso a Ema y Rita y el problema no fue Rita, sino Ema. Debo dar gracias que se comportó bien en la calle, pero cada vez que entrabamos a un lugar me empezaba a molestar con lo primero que veía. La peor parte, cuando caminaba, de casualidad, por la costumbre, le agarré la mano a Rita como si fuera Gina. Ema, cuando vio eso, me gritó: "Oye, Coqueto,  - María y Katty le enseñaron algunas palabras más comunes que usábamos. En fin, me sentía muy avergonzado, Rita estaba sonrojada y riéndose, porque de cuando eramos niños me contó que yo hacía algo parecido, pero, en esa época, lo hacía con intención. La verdad, no recuerdo nada de eso.  
 
Al día siguiente (hoy), en la mañana Gina me llamó a mi celular para preguntarme si podía ir a mi casa, porque estaba sola en su casa. Le respondí que no había ningún problema, ya que, si ella venía, podíamos hacer las tareas juntos. Pero cuando llegó, abrí la puerta y... En sus brazos traía un bebé. Me quedé con una cara de duda y sorpresa, como si fuera un chiste. La miré con una sonrisa forzada, se sonrojó y se empezó a reír. Mientras se reía calmadamente, me preguntó: " ¿Por qué pones esa cara, no te agrada? Pero si es tuyo..." - En mi cabeza rebotó la palabra: "Tuyo. Tuyo." - Un poco alarmado, grite diciendo ¿qué? y golpeé mi cabeza contra la puerta de la entrada. Hasta que Gina se rio más y me dijo que era una broma. Le respondí muy desesperado que no me hacía gracia bromas de ese tipo, sobretodo porque mi frente estaba roja por el golpe. Al entrar, me dijo que su tía le había encargado al bebito, porque ella iba a una entrevista de trabajo, su mamá se iban a trabajar y sus abuelos se fueron a visitar a un enfermo.  
 
Después que me lo contó todo, Gina me pidió que fuéramos a comprar algunas cosas para el bebé. Tenía un mal presentimiento de lo que podía suceder, pero aun así nos fuimos a comprar. Cuando subimos al taxi, el taxista nos miraba por el retrovisor con una cara de intriga y discretamente sacudió la cabeza como si negara algo. Cuando empezamos a comprar las cosas, a lo lejos, algunas señoras nos miraban, se decían cosas a los oídos y se reían en voz baja. Cuando estábamos reclamando las cosas, la señora que atendía nos miró e intrigada preguntó: "¿Es su hermanito o ya es...?" - Me molesté un poco, pero a Gina le dio risa y le contó lo que había pasado. Minutos después, fuimos a comprar otras cosas en una farmacia y la señora que atendía (era una viejita), nos miró y dijo: "¿Qué lindo bebé, cuántos meses tiene? (Gina le respondió)¿Es suyo?" - Me molesté un rato y dije en mi mente: "Demonios, el bebé es rubio. ¿En dónde rayos ven rubio en nosotros?" - Gina avergonzada dijo que su tía le había encargado el bebé y esto era un malentendido. Cuando ella se cansó de llevarlo en brazos, me dijo que yo lo llevara. Sin embargo, le dije que tenía las manos ocupadas por las bolsas. Muy tranquila, ella me lo puso en mi hombros y cogió una bolsa para que yo agarrara al bebé con mi mano libre mientras cargaba, con mi otra mano, la bolsa. 
 
Cuando estábamos caminando por un parque de regreso a su casa, porque su tía ya debía haber llegado, algunos padres nos miraban, se sorprendía y noté que se decían cosas. En mi interior estaba llorando mientras me decía: "¿Por qué me pasan estas cosas raras? Solo fuimos a comprar..." - Cuando llegamos a la casa de Gina, su tía aun no había llegado, estuvimos un rato esperando, pero nadie llegaba. Cuando llegó la 1:45 p.m. Como no había llegado nadie, le dije que fuéramos a mi casa para almorzar. Tomamos con nosotros algunas comidas para bebé, dejamos el resto de cosas y nos fuimos a mi casa. Cuando llegamos, todos ya habían terminado de almorzar, le pedí a mi mamá que nos sirviera un poco de comida y que nos ayudara con el bebé, pero dijo que ella y mi papá tenían que ir al trabajo, porque un cliente les había aceptado una oferta. Así que solo nos sirvió la comida y se fue. Cuando estábamos comiendo, Gina le quiso dar, pero el bebé se rehusaba. Aunque me daba mucha vergüenza, empezamos a hacer ruiditos de tren o de avión para que comiera. Aunque al final pudo comer, me quería morir de la vergüenza, era una horrible sensación en mi interior. Sentía como si el karma, Dios, el universo, etc., nos hubiera mandado una prueba de cómo es tener un bebé... Qué suerte que no tenemos un bebé, aunque ese día pensábamos que sí.  
 
Bueno, cuando terminamos de comer, llevé mis libros y cuadernos con tareas y nos fuimos a casa Gina. Sin embargo, nos detuvimos un rato en el parque para que el bebé se divierta y, mientras "conversábamos", nos distrajimos. Después, cuando fuimos a buscar al bebé... No estaba. Nos demoramos cerca de diez minutos hasta que fuimos a pedirle ayuda al guardián del parque. El bebé estaba ahí, porque el guardián lo había encontrado caminado solo. El guardián nos gritó diciendo algo como: "¡Demonios, ustedes son solo unos pubertos... Espero que el bebé no sea suyo, porque como padres estarían en la cárcel!" - Estábamos muy avergonzados y tristes por lo que nos había dicho, le pedimos disculpas y le explicamos que el bebé no era nuestro. Cuando fuimos a casa de Gina eran las 4:30 p.m. y el bebé se manchó los pañales. Gina y yo estábamos muy tristes por lo que dijo el guardián, pero cuando empezamos a cambiarlo nos reímos mucho, porque nos sabíamos cómo se hacía. Primero lo bañamos, pues suponíamos que eso sea hacía.  Luego, le colocamos el pañal limpio, estuvo muy divertido. El bebé parecía cansado, ya que bostezaba mucho, así que lo llevamos a la cama de Gina y ahí estuvo despierto unos segundos y finalmente se durmió. Entre orgullosos y cansados, nos miramos y me dijo: "No somos tan malos padres, ¿verdad?" - Le sonreí y le dije muy dulcemente que no. 
 
Cuando el bebé estaba durmiendo, nos fuimos, sin hacer ruido, a la sala para avanzar nuestra tarea. Al terminarla, miramos un poco de televisión, pero nos quedamos dormidos cerca de media hora. Me parece que nos despertamos un cuarto para las siete y fuimos a ver al bebé. Para nuestra suerte, aún dormía tranquilo. Minutos más tarde, llegó su tía y su mamá. Cuando llegaron, se sorprendieron de que yo estuviera ahí, me saludaron amablemente y me preguntaron que es lo que hacía ahí. Les respondí que Gina necesitaba ayuda. Todos nos preguntaron si tuvimos algún problema, Gina les respondió que no; sin embargo, las señoras se rieron al ver mi cara, dado que hice un gesto que Gina no pudo ver. Cuando llegué a mi casa, recordé que había olvidado mis cuadernos en casa de Gina. Le escribiré para me los lleve mañana.

20 ene 2010

Amigos extranjeros

04 de Agosto de 2006 Viernes

Estoy molestándome un poco con Ema, pero primero quiero decir que hoy nos hemos hecho amigo de otro chico extranjero, se llama Paúl y, si entendí bien, es de Costa Rica. A veces se le escapa su forma de hablar divertida. Pero bueno, Paúl, se ha hecho amigo de Gina muy rápido ya que él está en su salón. Es un tipo muy agradable, me recuerda un poco a mis primos. 

Ayer les pregunté a Rita y Betty de qué estaban hablando el miércoles con un profesor que no parecía ningún tutor. Me contaron que le estaban entregando un reporte del salón al que pertenecían. El reporte debía contener la información de cómo los profesores se desenvolvían, sus capacidades al momento de explicar una clase, los materiales que utilizaban para que las clases fueran dinámicas o si en algún momento los profesores tenían algunas clase preparada fuera del salón de clases. No recuerdo qué más me contaron, pero eran muchas cosas que debían incluirse en el reporte... Mientras conversaba con ellas, Ema apareció para asustarme. ¿De que manera?. Colocó un gusano en la bolsa de mis papas sin que me diera cuenta (odio los insectos). Todos mis amigos se rieron mucho, incluso se revolcaron de risa. Por mi parte, un poco molesto y asqueado por ver el gusano.

Por otra parte, un tema más sensible, el papá de Gina se empeoró de nuevo, así que ella otra vez está triste y lo va acompañar todo el sábado. Quería salir con ella, pero ya no importa, es mejor así, pues también debo avanzar unas tareas. La verdad, estaba pensando en acompañarla, pero, si fuese con ella, seguro que su papá pensará que soy un chupamedias o algo de ese estilo. 

Por ultimo, mañana tengo que acompañar a Ema y Rita a visitar la ciudad. Al principio no quería, sinceramente hasta ahora no quiero; a pesar de que en el segundo recreo me fui a la azotea y esperaba que Rita le pidiera a Mike, Teresa, Katty o alguien que no sea yo. No obstante, todos ya tenían planes para el sábado y por ese motivo me buscaron en la salida. Ahora tengo que acompañarlas. No me molestaría ir con Rita, pero Ema es algo pesada. Además, como son bonitas y llamativas, la gente las mirará a lo lejos y harán los clásico comentarios de quien esté acompañándolas. Trataré de pensar de forma positiva.

12 ene 2010

Al fin llegaste...

02 de Agosto de 2006 Miércoles 
 
El día fue normal, llegó la otra amiga de Rita, se escribe Emma, pero lo escribiré Ema, porque igual es posible que me olvide de una "m". En fin, no voy a negar que es muy bonita, no tanto como Rita que parece una joven modelo, pero bueno. También es algo divertida, pero a la vez molestosa. No lo digo de forma tan negativa, pues sí me cae bien, pero, no sé si es por el idioma, su forma de ser o qué, pero hace algunos comentarios desagradables en el recreo, por lo menos que me incomodan a mí. 
 
El día empezaba normal, Gina estaba feliz, porque su papá se estaba recuperando. Crístofer estaba sentado escuchando una canción llamada "Traición" de Miranda. El volumen estaba alto y algunos chicos de la movilidad se reían de él, lo cual no era de sorprenderse. Cuando llegamos al colegio, noté que Rita y Betty estaban conversando con un profesor extraño, pero eso no era lo raro, ya que lo raro era que Marimar Taza Tosca. Esta es la profesora más molesta que hemos tenidos todos en nuestra vida escolar y parece que no quería salir de esa categoría en la que la pusimos. Bueno, ella estaba repartiendo citaciones para conversar con los padres. Le dio una a Crístofer, Nicolás, Mike, Ramiro y Fernando. Tenía varios (parecían volantes), pero se detuvo para entregarlos en el recreo.  
 
Cuando estaba en clase, llegó un profesor extranjero con una chica que llevaba un gatito en los brazos, el cual lo encontró en el jardín del colegio, dado que estaban por todos lados. Todos los hombres nos notamos alegres, algunos se sentaron correctamente, peinaron y dejaron de reír, porque era bonita. Antes que entrara, soltó al gato y se presentó con un acento un poco gracioso. Cuando se iba a sentar, todos la seguían con la mirada como si fuera un ciervo. Al sentarse, hablando muy rápido, Rita le dijo algo en Alemán. No entendimos nada, pero Rita se sonrojó y Ema estaba con una expresión de querer reírse. El transcurso de las clases fue tranquilo. Cuando llegó la hora del recreo, todos se presentaron y nos empezamos a conocer un poco. Cuando ella habla en español (poco), tiene un gracioso acento de "R" y habla en inglés cuando no sabe algunas palabras. En la conversación hizo un comentario muy vergonzoso sobre mí, algunos como Cristofer, Katty y Pepe se rieron y me moleste, pero no dije nada. Cuando terminó el recreo, Gina me dijo: "Ema es divertida, me ha caído bien ¿y a ti?" - Le respondí que "sí", aunque no le dije que me sentía un poco molesto. 
 
En mi salón, sentía molestia hacia Ema, aunque haya sido una pequeña broma. Por alguna razón, me sentí mal, pero Mike y Fernando me empezaron a bromear y me subió el ánimo. No tenía ganas de salir al recreo, pero, por reglas del colegio, no me puedo quedar en el salón. Cuando salí al recreo, no me fui con mis amigos, pues quería estar un rato solo, así que me fui a la azotea; aunque, la puerta estaba cerrada y me tuve que ir por mi entrada secreta. 
 
Estuve pensando y recordando algunas que me ocurrieron en la isla; de un momento a otro, llegó Ema con una sonrisa que hubiera hecho babear a cualquier idiota. Sin embargo, mi primera reacción fue preguntarle cómo es que había entrado, porque la puerta estaba cerrada. Me respondió que Gina le había dicho por dónde entrar. Le dije que no debíamos estar ahí y, como si de eso estuviéramos hablando, me pidió disculpas por la broma. Me descuadró un poco su respuesta y la perdoné. Me sonrió diciendo que era muy sensible. Le dije que nos vayamos con los demás, que ya no quería más rumores sobre mí. Con su acento raro dijo: "¿Rumores? Oh, ya veo, ¿entonces eres un flirteador profesional? 
 
Al principio no entendí a qué se refería y solo le dije que sí como si le entendiera. Nos fuimos con todos y, al llegar, no pasó ni un minuto y todos me hicieron bromas por estar con ella a solas, incluso Ema metió su cuchara con los chistes. Todos se volvieron a reír... Bueno, creo que así es la forma de ser de Ema; no importa, seré amistoso como me pidió Rita. Al final, me voy acostumbrar, al igual que me acostumbré a Fernando y Ramiro. No puedo negar que es muy bonita... Por cierto, también busqué qué significaba flirtear. Es una palabra tan poco usada para referirse a coquetear y no sé si se puede usar como lo hizo Ema, pero se entendía su idea. Lo vergonzoso es que le dije a ella que soy eso. Qué estúpido que soy.

8 ene 2010

¿Practicas de Inauguración?

01 de Agosto de 2006 Martes

Que suerte que hoy no hicimos las practicas, pero por alguna razón recordé las del año pasado sí. Además, recordé Gina había llegado el año y debía pertenecer a un equipo. Qué rápido pasa el tiempo. Bueno, bueno, no quiero salir del tema, no pudimos hacer las prácticas de inauguración, porque ha llovido casi todo el día desde las 9 a.m. hasta las 7 p.m. Excepto en un pequeño lapso entre las 3 y 3:45p.m. aproximadamente.


El día había empezado nublado, Gina estaba un poco deprimida cuando entré en la movilidad, le pregunté el porqué y me respondió que su papá estaba mal y que lo habían llevado a un hospital, porque en una clínica no lo podían ayudar por falta de instrumentos. Medió un pequeño escalofrío en el cuerpo, pero le dije que no se preocupara y que los médicos lo iban ayudar a que se mejorara. Empezó a alegrarse un poco, pero aún se le notaba sensible y que aún estaba triste.


Cuando llegamos al colegio, teníamos bastante frío y fue más con la lluvia, dado que nos mojados un poco al ir a las aulas. Antes de bajar del carro, le di un beso y le dije que era para mantener el calor. Se rio y me devolvió otro diciendo que era para asegurarse. Bajamos corriendo y llegué a mi salón. Al entrar, Rita estaba con calor e incluso se había sacado su suéter. Mientras tanto, todos en el salón nos moríamos de frio (a Betty le pasó lo mismo en la sección "2-1"). Los mirones del salón estuvieron atentos, pues se ventilaban con la falda. No podía creer que tuvieran calor, pero me explicó que, el lugar donde ella vivía, la temperatura mínima era en grados bajo cero.
 
El recreo no fue en el patio, ya que la lluvia estaba un poco fuerte, sin que fue en el salón y todos empezamos hacer destrozos. Algunos empezaron a lanzar pintura, otros luchaban, otros se contaban tonterías, etc. Después de un rato, Rita me invitó a nadar con Betty en la piscina del colegio a la salida. Les dije que las acompañaba, pero no iba a nadar. (Qué locura, me podría morir si nadara en el agua fría). No fueron tan aburrido los recreos en el salón, ya que empezamos a jugar todos (casi todo el salón) como niños. Nos lanzábamos pelotas de papel que en el interior tenían pelotas de tenis, para que doliera si no lo agarrabas. Obvio que fue algo peligroso y fue más cuando le calló a Sonia en el brazo (no estaba jugando). Fernando y Ramiro fueron los primeros en defenderla; luego, todo el salón se fue a darle un golpe al que tiró la pelota. Cuando casi rompimos la pizarra, llegó una profesora para avisarnos que las practicas de inauguración de los juegos habían sido cancelados por la lluvia... Al oír la noticia, todos gritamos de alegría.

Terminaron las clases y la lluvia cesó por un momento. Rita y Betty se fueron corriendo a la piscina, porque, según ellas, hacía mucho calor. Los que acompañamos a Rita y Betty fuimos Gina, Akira, Estéfani y yo (o se suponía). Cuando llegamos Gina y yo, nos sentamos en la tribunas, mirando a la pisicna de los mayores. Conversamos un rato y después llegaron Akira y Estéfani. Nos saludaron desde lejos con la mano, se sentaron en otra parte y empezaron a conversar. Luego, Ronald y Pepe, me saludaron y se fueron a cambiarse. Me quedé sorprendido y preocupado. En mi mente estaba la idea de que no iban a sobrevivir, ya que el frío era terrible. Rita terminó de cambiarse primera y de lejos me preguntó cómo se veía. Con una sonrisa y el pulgar en alto, le respondí que bien, pues no quería que Gina me mirara raro. Luego, mientras hablaba con Gina, Rita me llamó y bajé las escaleras para saber qué quería. Mientras bajaba, Gina me miraba intrigada.

Cuando bajé para hablar con Rita; Akira y Estéfani también fueron a hablar con ella. Rita, como si me contara un secreto, me preguntó al oído: "Lucho...¿Qué son las practicas de inauguración? ¿Tenemos que preparar algo o qué?" - Le respondí su pregunta con todo lo que ocurrió el año pasado y luego Akira y Estéfani respaldaron mi respuesta. Volví con Gina y empezamos reírnos porque Ronald y Pepe aparentaban no tener frío para "sorprender" a Betty. Ella ni lo notó. Los cuatro estuvieron jugando por un buen tiempo, mientras que Gina y yo estábamos estudiando un poco, porque íbamos a tener practica en unos días: la suya, el jueves; la mía, el viernes. Un cuarto para las cuatro, volvió a llover y les dije que mejor nos fuéramos o llegaríamos muy mojados a nuestras casas. Nos fuimos separados en grupos, Akira y Estéfani por un camino, Betty, Rita, Ronald y Pepe se fueron por otro y yo me fui con Gina a su casa, porque su papá normalmente la recoge del colegio cuando hacemos actividades extracurriculares; no obstante, como estaba hospitalizado, no iba a ser posible. En fin, cuando llegamos a su casa, ella me abrazó y me dijo algo como: "Tengo miedo de que mi papá no mejore." - Le dije que no se preocupara, pero estaba tan triste que parecía que iba a llorar y la abracé hasta que se tranquilizara. Más calmada, me sonrió y la besé en la mejilla. Entró a su casa y me fui a mi casa.

Cuando llegué a mi casa, me empecé a sentirme un poco mal, porque hacia mucho frío. (Creo que me va a dar gripe). Cuando empecé a hacer mis tareas, (que raro que las haga) sonó mi celular. Era el papá de Gina, me asusté un poco, porque pensé que me iba a decir algo malo, pero me dijo: "¿Luis? Disculpa que te llame, tal vez estás ocupado (le dije que no)... Gracias por acompañar a Gina... Eres un buen chico... gracias." - Me quedé congelado por tal cosa que me había dicho, volví en mí y le respondí con una voz temblorosa: "No se preocupe, mientras esté con ella, yo también la voy a cuidar en lo posible" - Me respondió con voz burlona: "Eso espero JAJA" - Colgó y me sentí extraño (no en el mal sentido). Pero, a la vez me sentía muy feliz... La verdad, hasta ahora me siento feliz.
Betty, cuando se estaba secando el cabello