01 de Marzo de 2007 Jueves
Hoy me fui al oculista y estoy algo emocionado, ya
que voy a comenzar a usar lentes de contacto. Al comienzo pensé que sería difícil, pues siempre he tenido miedo de
colocarme cosas dentro del cuerpo; sin embargo, siempre quise probar los
lentes, pues quiero volver a ver sin utilizar algo en mi cara; además,
mi hermano mayor los utiliza y él me dijo algo como: "No te voy a dejar
hacer nada estúpido a menos que yo también lo haga". Hipotéticamente
significa que puedo usar lentes de contacto y mis papás no van a poder
oponerse, porque mi hermano mayor es como el ejemplo a seguir. Creo que
esa es la mayor razón.
Pasando a otro tema, hoy nos
reunimos Akira, Fernando, Cristofer y Nicolás, en mi casa, para
practicar un poco más como banda. Se demoraron mucho en llegar, ya que
primero llegó Nicolás y me dijo que tal vez no pueda tocar en el grupo. No me quiso dar explicación alguna, pero le insistí que se quedara. Dijo
que lo pensaría, aunque aún no entiendo el porqué de su decisión, pero supongo que
cada uno tiene sus razones. Iba pasando el tiempo hasta que
llegó Cristofer y, segundos después de él, llegó Fernando corriendo atrás. Debido a que Akira no llegaba aún, decidimos jugar un poco de
"Twister", pues mi primita lo había dejado y no teníamos nada mejor que
hacer. Fernando, como siempre para molestar, fue quien quiso ir primero y, desde que
terminó con Andrea está actuando amaneradamente, me jaló del brazo a mí
también y Nicolás se unió para que haya diversión, según él. Crístofer
iba a ser quien girara la ruleta de los colores, además que no quería
jugar a eso solo con hombres, pues es muy raro...
Estábamos
jugando "tranquílamente", pero Fernando siempre se me acercaba y
trataba de quedar enredado conmigo. Trataba de hacer lo posible para que
no se acercara a mí y que se quedara enredado con Nicolás, pero él
también intentaba molestarme. Gracias a Dios, sonó el timbre y salí del
juego rápidamente con la excusa de ir a la puerta, pues sabía que Akira
era la que había llegado. Fui a la puerta; sin embargo, cuando abrí la
puerta para saludarla, me quedé paralizado unos segundos de la emoción,
pues Estef estaba a su lado Me emocioné tanto que solo saludé, con mucha
alegría, a Estef. Luego Akira, como vió que no la había saludado, toció
y empezó a hacer ruido con la garganta. No me había fijado, sino hasta
cuando Estef me dijo que saludara a Akira, cuando la saludé ella se
notaba molesta y me preguntó dónde estaban los demás. Le respondí que
estaban en la sala, pero no recordé que estabamos jugando y se fue
adelante de Estef y de mí. Primero entró Akira y se escuchó un pequeño grito de ¿susto?; después, entramos nosotros y supe al instante la razón del
grito. Fernando y Nicolás estaban enredados de una manera muy sujestiva, pues Crístofer se quería burlar de ellos...
Me sentía aliviado, pues esta vez no era yo
quien estaba metido en alguna situación extraña. Estaba tan mentalizado
de que no era verdad lo que ocurría, que toqué y apreté la cara, hombros y espalda de Estef, sin considerar que me estaban viendo mis amigos. Todos me miraron
extrañados, pues no era necesario que haga eso. Estef estaba bastante
sonrojada, se reía por las casoquillas que le hacía, y mientras me cogía de los brazos me dijo sorprendida: "Oye...
Sé que no nos vemos hace algunos días, pero esto... Sabes qué, lo
hablamos luego." - Después, del
momento incomodo que causé, recogimos el Twister y empezamos a practicar
en la sala. Estuvimos practicando mucho tiempo y luego nos
dirigimos a la cocina para beber y comer algo. Mientras nosotros
estábamos en la cocina, Estef se dirigió a la sala para escuchar algunas
canciones que habíamos grabado. Quería una excusa para poder ir y estar a solas con Estef, así que les dije a todos que le iba llegar algo para comer.
Mientras tanto, Cristofer con su comentario en voz baja: "Con tal que
no se coman entre ustedes". Después que dijo eso, toció y Nicolás, quien
estaba más cerca a él, se empezó a reír.
Fui con Estef, pues pensé que ya no era necesario dar alguna explicación
más. La encontré sentada con los audífonos puestos, nos miramos y
me dijo que tocábamos muy bien. Me senté a su lado y le dije que
necesitabamos practicar más; además, le conté que Nicolás ya no quería
tocar. Me preguntó el porqué, pero no le pude responder, dado que tampoco lo sabía. Luego, vimos que no
había nadie cerca y nos acercamos más el uno al otro. Sentí que las
respiraciones de los dos empezaba a estar desincronizada y, mientras nos
cogíamos de las manos, sentía ansiedad... Unos segundos después, nos besamos y tocamos en lugares que no eran aptos para todo
público JAJA. En fin... Un rato después, Estef notó que nos estaban
espiando Cristofer y Fernando y con voz entrecortada me avisó. Decidimos dejarlo para otra
ocación... Estuve un poco avergonzado, pues vieron como manoseaba a
Estef. Ella también estaba un poco roja, pues también me estaba... Sin más detalles, un poco molesto, les dije que dejaran de esconderse.
Salieron. Akira, con una expresión que no mostraba sorpresa, venía mirando a Estef y le dijo: "Sabía que no debí
traerte. Ahora Luis seguro no va a tener ganas de tocar". Ni Estef ni yo
dijimos nada. Cristofer y Fernando se estaban riendo, mientras Nicolás
dijo que no era para tanto; además, ya habíamos dejado de practicar.
Sonreí y ,mientras miraba Nicolas, en mi mente le agradecía con una gran sonrisa.
Finalmente,
cuando todos parecía que se iban, Fernando estuvo buscando en el bar de
mi casa y encontró ron. Le dije que no debíamos, pero todos
insistieron, inclusive Estef. Al final, tuve que decirles que está bien, aunque también lo iban hacer sin que les diera permiso.
Saqué vasos y lo mezclaron con la poca gaseosa que quedaba en el refrigerador. Sostuve un vaso toda la hora, pues no quería tomar.
Nicolás se notaba mareado; Cristofer también hablaba más tonterías de las usuales; Akira estuvo solo
un poquito; Fernando era el más alegre de todos al tomar; Estef se mareó
más que todos sin tomar mucho, parece que le gusta tomar y eso me preocupa un poco. Se echó en mi hombro y durmió un
rato mientras todos llevaban sus vasos a la cocina. Se despidieron todos
de mí y se fueron, mientras yo me quedé con Estef dormida en mi hombro.
Ya era un poco tarde y mis papás estaban por llegar, decidí levantarla con una caricia en la cabeza. Respondió la caricia diciendo: "No quiero irme, quiero quedarme a dormir contigo". Estaba feliz de escuchar eso; sin embargo, no era el momento, pues sentía que mis papás estaban por llegar. Le dije un poco impaciente: "Voy llamar a Teresa para decirle que te voy a llevar y que estás algo mareada." - Estef se alarmó y trató de quitarme el celular a través de mucho forcejeo. En un segundos, a pesar de ser pequeña, me tiró al sofá y se subió encima de mí. Vi que su blusa se resbalaba por su hombro y traté de arreglarsela, pues me estaba excitando y no quería que lo notara; pero, se movió bruscamente y, en vez de evitar que se note algo, solo hice que se empeorara. Le dije que se arreglara la ropa; ella se sonrojó y me dijo que primero le diera mi celular. Se lo di, mientras bajaba de mí, cogí una almohada y me cubría ahí abajo para que no lo notara. Creo que no lo notó. Cuando se estaba arreglando, vi que las luces de la cochera se estaban encendiendo, lo que significaba la llegada de mis papás.
Ya era un poco tarde y mis papás estaban por llegar, decidí levantarla con una caricia en la cabeza. Respondió la caricia diciendo: "No quiero irme, quiero quedarme a dormir contigo". Estaba feliz de escuchar eso; sin embargo, no era el momento, pues sentía que mis papás estaban por llegar. Le dije un poco impaciente: "Voy llamar a Teresa para decirle que te voy a llevar y que estás algo mareada." - Estef se alarmó y trató de quitarme el celular a través de mucho forcejeo. En un segundos, a pesar de ser pequeña, me tiró al sofá y se subió encima de mí. Vi que su blusa se resbalaba por su hombro y traté de arreglarsela, pues me estaba excitando y no quería que lo notara; pero, se movió bruscamente y, en vez de evitar que se note algo, solo hice que se empeorara. Le dije que se arreglara la ropa; ella se sonrojó y me dijo que primero le diera mi celular. Se lo di, mientras bajaba de mí, cogí una almohada y me cubría ahí abajo para que no lo notara. Creo que no lo notó. Cuando se estaba arreglando, vi que las luces de la cochera se estaban encendiendo, lo que significaba la llegada de mis papás.
Guardé el ron y las gaseosas. Cogí de la mano a Estef le dije que íbamos a ir caminando a su casa para que se le pasara el mareo. Rojita y feliz me dijo que estaba de acuerdo.
Salimos rápidamente por la puerta delantera para que mis papás no nos
vieran. En el camino, Estef me dijo que la besara para ver si su aliento
olía a alcohol. El olor se estaba disipando y me dijo que la volviera a
besar para asegurarme. En realidad nos quedamos mucho tiempo haciendo
eso. Le dije que era tarde y le compré unas mentas. Al fin, ya en su
casa, me despedí de ella con una abrazo y, en el momento que giré para irme, me tiró una
nalgada. Solo me reí y noté que seguía algo mareada. Pero en fin, llegó "sana" y salva... Fue divertido, no me quejo.