25 de Marzo de 2007 Domingo
Me he demorado cerca de
dos horas en volver a guardar las fotos en las que estoy con Jina.
Francamente, pensé que me iba demorar menos... Si me leo a mí mismo,
parece como si hubiera buscado las fotos con ganas de recordar o algo
similar. En realidad es todo lo opuesto, dado que el día de ayer tuve un
trabajo en grupo con algunos amigos y compañeros de mi aula. Lo que
ocurrió es que cuando traté de mover algunas mochilas viejas que dejé en
la parte alta del clóset de mis papás, una caja de cartón se movió
bruscamente con las mochilas. Mientras se caía al suelo, muchas fotos
volaron por los aires. Por un momento me molesté, puesto que supuse que
mis papás habían dejado sus cosas encima de las mías. Sin embargo,
cuando me agaché para recoger las fotos, me congelé unos segundos con
latidos muy fuertes, muy similares a estar emocionado. La razón fue que
vi una foto en el parque. En esa foto abrazaba a Jina por la espalda
mientras reíamos, pues la estaba persiguiendo después de quitarme mi
celular. Rápidamente recordé que ese día estuvimos con Mike y Teresa y
la habían tomado en broma para decir que la estaba acosando, pero les
salió mal y fue una foto muy bonita. Después de recodar, vi otra foto en
la cual ella estaba sentada en dirección al mar, pero mirando a la
cámara con una ligera sonrisa.
Consciente o
inconsciente aparté la mirada de las fotos para no seguir recordando.
También hice ruidos con la boca para distraer mi mente. Saqué las
mochilas que necesitaba y, conteniendo la respiración, recogí las fotos.
Una vez que recogí todas, miré la caja
y recordé que al final me había decidido a guardarlo ahí, pues mis
papás casi nunca revisaban ese lugar y no lo debía tener en mi cuarto
por salud mental. La verdad me había olvidado en dónde estaba. En fin,
como no las había puesto dentro de la caja aún, ya que eran bastantes, y
todos en la sala me estaban llamado para continuar haciendo el trabajo.
Corrí con las dos manos llenas de fotos y la caja encima de mis brazos
en dirección a mi cuarto y las tiré todas en mi cama. Algunas se cayeron
al suelo. Sin embargo, pensaba que luego lo colocaba todo en orden y,
antes de bajar, cerré mi cuarto por si mis papás pasaban cerca y querían
ver qué era todo ese desorden. Además, regresé corriendo al cuarto de
mis papás para revisar cada parte del suelo, por si había olvidado
alguna foto.
Insistentes me seguían llamando desde el
primer piso. No obstante, más relajado y con las mochilas en las manos,
les comenté que me había demorado, pues no me acordaba dónde las había
dejado. Comenzaron con las bromas de que querían evitar hacer el trabajo
o que me había quedado conversando con Estéfani por el celular. Por
suerte, Katty, quien tiene un gran carácter para dirigir, comenzó a
determinar los trabajos para poder terminar y descansar antes. Es como
si todos hubieran estado hipnotizados. Terminaron las bromas y
comenzaron a trabajar muy ordenadamente. Solo de vez en cuando hacían
comentarios graciosos, pero trabajamos rápido, lo que me parecía raro,
pues esta clase de trabajos en grupo siempre suelen demorar mucho
tiempo, más que nada por la pérdida de tiempo en el juego.
Una
vez que terminamos el trabajo le agradecí, pues por lo general no puedo
controlar estos grupos cuando comienzan con sus bromas y las ganas no
hacer hacer nada. Me miró con cara de duda y me preguntó algo raro: " Me
parece raro que digas eso, siempre sueles decidir muchas cosas por los
demás" - La miré con más duda y solo pregunté con un ¿a qué te refieres?. Suspiró
y me respondió algo más extraño aún: "Creo que solo has perdido la
confianza" - Como en ese momento no le había entendido solo afirmé con
la cabeza como si entendiera. Se alegró que le entendiera y me dijo que
no dudara en conversar con ella si tuviera algún problema. Rápidamente
recordé las fotos en mi cama y le dije que no se preocupara. Pero, sin
más vueltas al asunto, me dijo que estaba un poco preocupada, pues el
día anterior había mencionado inconscientemente a Jina frente a todos en
el aula. Le respondí nervioso y con gestos graciosos: "Ah... ¿Eso? No
pasa nada" - Aún sin reírse o sonreír me contestó: "Solo digo, más que
nada por el hecho de que sigas recordando... Nos preocupas a varios.
Este verano, cuando Jina se fue, no te vimos por un par de semanas y
cuando te veíamos parecías un zombi." - Le agradecí por la preocupación,
pero le dije que estaba bien; además debíamos terminar de hablar sobre
ello, pues nuestros compañeros se estaban acercando para saber de qué
hablábamos. Cuando estuvieron a nuestro lado, Ernesto preguntó algo
como: "¿Están hablando de Jina?.." - Laura, otra compañera, dijo: "Yo
también quiero saber qué paso con ella" - Katty les respondió que
estábamos hablando del trabajo y pensábamos en repartirnos la
exposición.
Sin muchas ganas de hablar de ese tema,
todos se comenzaron a despedir y mencionaron que les avisáramos cómo se
iba a dividir. Les dije que no se preocuparan y que la exposición iba
hacerse de acuerdo a las partes que cada uno había hecho, lo hayan
trabajado solos o en pareja. Ya contentos, con la excusa inventada, nos
dijeron que no tenían ningún inconveniente. Katty también se despidió de
mí y me dijo: "Ya sabes, si tienes algún problema me llamas o me
escribes" - Mientras me despedía con una sonrisa le decía que sí. Cuando
cerré la puerta, pensé acerca de que no aparecí mucho para mis amigos
este verano. La respuesta era sencilla para mi cabeza: había pasado más
días con Estef. Después de una gran suspiro, fui corriendo a mi cuarto.
De camino a mi cuarto, mientras subía las escaleras, sentía el cuerpo un
poco adormecido; además, en el pecho una sensación fría y ligeros
toques eléctricos que pasaban por mi cuello. Supongo que era por el
miedo y estrés que se acumulaban.
Entré a mi cuarto y
cerré rápidamente la puerta, pues, a pesar de que solo estuvieran mis
abuelos en casa, sentía que era malo que alguien me vieran con las
fotos. Me subí y me senté en mi cama frente a las fotos como si
estuviera hipnotizado. Cogí una foto cercana y vi la cara de Jina junto a
la mía, parecía que estábamos en su cuarto. Luego, sin pensar más en
foto y con la mente en blanco, comencé a ordenar... Cada foto era un
maldito recuerdo en mi cabeza y me comenzaba a cuestionar a mí mismo por
qué mi cerebro no me enviaba la información para los exámenes, pero
para esto sí y con mucha claridad. Entre foto y foto era una emoción
diferente. Sin embargo, hubo un momento que no aguanté más, pues vi una
foto en la cual estaba mirando a cámara mientras Jina me besaba en la
mejilla. Me molesté. Pero me molestó más la siguiente foto. Era ella
mirando a cámara y yo besándola en la mejilla. Solo grité molestó un
fuerte "no" y me fui al baño. Me refrescaba la cara en el lavatorio y
noté que tenía los ojos un poco rojos, aún no sé si por estar triste o
molesto. Por cierto, al parecer fue un grito muy fuerte, dado que mi
abuela tocó la puerta y me preguntó si todo estaba bien. Le dije que no
me salía un problema de matemática y se fue riéndose más tranquila a
contarle a mi abuelo.
Antes de sentarme a ordenar otra
vez, ya con la mente un poco más tranquila, me di cuenta que mi grito de
cólera no fue por vergüenza, porque la foto no me producía eso. Aún no
estoy seguro de cuál es la palabra correcta de mi enojo, pero sí puedo
decir que si pienso mucho en la foto me vuelvo a molestar y a decirme
"no" muchas veces... Sin más rodeos, terminé por ordenar todas la fotos.
Muy bonitas en su mayoría, pues estaba con todos mi amigos, en el
colegio y en algunos casos en la playa o un parque. Pero la mayor
parecían estar en casa de Jina o en la mía. No obstante, todas tenían
algo en común y recordé por qué estaban ahí. En todas las fotos estaba
Jina, ya sea un pequeño detalle, la mitad de su rostro, un recuerdo o
fue ella misma quien la había tomado.
Volví a cerrar la
caja y debía colocarla en el mismo lugar, pero antes de dejarla, para
que no ocurra algún accidente, decidí ponerle un poco de cinta adhesiva
para que no se abra si se vuelve a caer. Lo coloqué sin que nadie me
viera, por extraño que pareciese, y fui a mi cuarto. Cuando tomé mi
celular, noté que tenía un mensaje de Estef, en el cual quería que la
llamara. Contento la llamé y me preguntó cómo estuvo mi trabajo en
grupo; luego de un rato, mientras conversábamos, no sé por qué terminé
viendo mi billetera y encontré la única foto de Jina que aún no quito.
Como me quedé unos segundos en silencio, Estef pensó que se había
cortado la llamada y dijo con un tono muy dulce: "¿Hola... Hola? Estás
ahí? ¿Estás bien?" - Le dije que me había distraído viendo una foto. Muy
contenta me preguntó si era suya y rápidamente le cambie el tema
respondiéndole que no tenía muchas fotos suyas. Me dijo que tenía razón,
pero también se debía a que recién estábamos juntos hace poco.
Después
de sentirme un campeón esquivando esa bala, le propuse salir el
siguiente sábado, pero me dijo que tenía varios trabajos para la
siguiente semana. Pero decidida me dijo que podíamos salir después de
los entrenamientos. Un poco más alarmado, pues casi siempre salgo muy
cansado y sudado, le dije: "No lo sé pequeña, tus papás se van a
preocupar si llegas tarde." - Con una voz un poco desilusionada, me respondió: "Pero
quiero salir contigo, hace tiempo que no estamos solos" - Con mi corazón
rebosante de alegría de escuchar eso, me reí y le dije que mañana, es
decir hoy, lo planeábamos. Se escuchaba más alegre y me dijo que sí. En
fin, ahora estoy esperando un momento antes de llamarla y ver cuándo y a
dónde nos vamos.