2 nov 2010

La casa de campo... Parte 2

12 de Noviembre de 2006 Domingo

Me doy cuenta de que el paseo fue algo corto. Aunque divertido y al mismo tiempo horroroso, porque tuve un pequeño accidente con Estéfani; si no fuera por eso, todo normal y genial.

Hace unos momentos hemos vuelto a la ciudad y estoy en mi casa. Llegamos a las 9:30 p.m. Gina se va a quedar en la casa de Teresa, porque su mamá llega mañana en la mañana...

Ahora así, pasando a la casa de campo, hoy fue un día loco. Empezó desde que desperté, pues, mientras despertaba, vi un puntito negro en el techo que se hacia más grande. Creí que era un sueño y lo ignoré. Pero, segundos después que ya estaba más despierto, vi que el punto negro había crecido y me percaté que era una araña muy grande. Mi cuerpo se quedó congelado por el pánico e intenté avisarle mi Mike, claro que de una forma totalmente llena de pánico.

Mike al despertar, me preguntó por qué gritaba tanto, pero vio la araña que estaba bajando hacia mí y se asustó. Nervioso, Mike me dijo que me moviera de ahí. Al gritarme, hizo que pudiera reaccionar y me moví muy rápido, pero cuando estaba de pie, la araña cayó a la cama. En la cama, se empezó a mover rápidamente hacia mis pantalones que estaban cerca. Traté de agarralos, pero la araña ya tenia unas patitas encima y se quedo pegada. Al ver esto, mi primera reacción fue mover los pantalones y al hacerlo la araña salió volando. Cayó en mi espalda y, al darme cuenta que estaba en mi espalda, grité e insulté; en esos gritos de horror, le pedí a Mike que me quitara eso de la espalda. Mike, sin pensarlo dos veces, corrió hacia mí y me tiró una patada para matar a la araña. El impacto de su patada fue muy fuerte, me choqué con la pared y me golpeé la cara.

Cuando todos llegaron, vieron la araña en el suelo y se asustaron. Estaba aterrorizado, adolorido y un poco avergonzado, ya que todas mi cosas que estaban en los bolsillos de mi pantalón salieron volando al intentar botar a la araña. Mi polo estaba lleno de la sangre de la araña que era un poco amarilla. Qué asco me dan los insectos. De solo pensarlo... Pasado eso, todos me dijeron que me calmara, le di las gracias a Mike y todos fueron a sus habitaciones. Como no podía soportar más tiempo, me fui a bañar, ya que más tarde íbamos a dar un pequeño paseo por un lago y posiblemente significaba horas.

Terminé de bañarme y fuimos a desayunar. Terminé después de Estéfani, agradecí y me retiré a recoger mis cosas que estaban en todo el suelo de la habitación. Cuando estaba recogiendo mis polos y mis pantalones, llegó Estéfani y me preguntó si quería su ayuda, ya que el dinero y los papeles de mi billetera habían volado por muchos partes. Mientras recogíamos mis cosas, estuvimos conversando de manera muy tranquila, hasta que Estéfani se quedó viendo una foto de Gina que tenía en mi billetera. Solo me dijo con una sonrisa: "Linda foto" - No quise responder nada, porque estaba algo avergonzado. Luego de un rato seguimos conversando, me dio mi billetera y se fue.

A la hora de salir, todo estuvo muy tranquilo y dimos unas vueltas. El clima era perfecto, estaba tan cálido. Gina y yo nos echamos bajo un árbol hasta que vi a Estéfani sola y le pedí a Gina que conversaramos con ella, ya que no me gusta ver a la gente sola. Estuvimos de acuerdo y conversamos los tres. Cuando conversábamos, trataba de no ver mucho a Estéfani, porque se veía muy bonita. El sol hacia que su cabello rubio brillara; además, la brisa cálida hacía que su olor penetrara más rápido mi cerebro. Del mismo modo, si la miraba me iba a sonrojar, no quería que ninguna se diera una idea equivocada.

Cuando llegaron los seis de la tarde, nos fuimos arreglar nuestras cosas para ir a la ciudad. A las siete, me fui a la sala y me quedé conversando con Gina y Teresa. De un momento a otro, se fue la luz y escuché que Mike venía diciendo: "UY UY UY UY" - Muy aterrado y con miedo de resbalar, porque me dí cuenta que estaba desnudo. Me parece que estaba bañándose, porque no se baño en la mañana. Justo en ese momento llegó la mamá de Teresa y Estéfani con una linterna. Cuando apuntó a Mike, se dieron cuenta de cómo estaba y las chicas se rieron y taparon los ojos. Como no podía dejarlo así, decidí acompañarlo a la habitación para que se termine de lavar y cambiar. Minutos después volvió la luz, pues el papá de Teresa estaba revisando la caja por precaución y de casualidad la apagó. Eso sería todo, solo espero que los papás de Teresa, no piensen que somos raros... Ojalá.

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