31 mar 2021

Clases para mi novia y ojos bailarines

 29 de Marzo de 2007 Jueves

Me siento entre ansioso y nervioso, pero solo un poco. Ni se me cruzó por la mente la posibilidad de que Irene me pidiera que le enseñe física, y a sus amigas también. En realidad quieren que les enseñe antes de las prácticas y/o exámenes; por lo menos eso es lo que yo entendí. Eso no me incomoda, pues, como ya había dicho antes, esa fue la materia que me fue mal el año pasado; sin embargo, la misma profesora fue la que nos invitó a recibir clases "extra" de reforzamiento para quienes no estábamos entendiendo al principio. Agradezco a Ramiro que me acompañó, pues nadie quería quedarse después del colegio a recibir dichas clases y en ocasiones Jina no podía. Además, debo decir que gracias a esas clases, pude superar en conocimiento y después ayudarle a Jina a estudiar para su examen final. Me fue bastante bien, uno de los pocos que tuvieron buena nota... Aún hoy en día no sé si ella lo dio.

Como no tengo tantas ganas de recordarla tengo que decir que me alegro de que Estef y yo ya quedamos en salir mañana en la tarde después del colegio, ya que le cambiaron las fechas de presentación de sus trabajos. Justo me lo dijo hoy en hora de clases, me envió un mensaje diciendo que la viera en mi lugar secreto; al cual ya no había tan seguido debido a que me daba pena ver dónde pasé muchos días con Jina. El mensaje que me escribió decía que nos viéramos en la azotea y con cierta firmeza. No sé por qué, pero me asusté, pensé que quería decirme algo importante; pero, al no saber qué era, mi mente divagó: ¿Sobre mí?, ¿sobre ella?, ¿sabe que no me caen bien Nadia y Camila?, ¿se enteró de que aún tengo la foto de Jina en mi billetera?, ¿alguien le dijo que últimamente estoy pensando más en ella? o será que sabe que el día de ayer en atletismo la estuve mirando de pies a cabeza de una manera no apta para menores de edad o será que Irene se dio cuenta y le contó de cómo la miré cuando estaba conversando con ella sobre las clases... Fuese cual fuese el motivo, mi mente ya estaba maquinando tonterías; no me acuerdo bien de lo explicado por el profesor, pero sí de que Fernando y María se estaban riendo de mí, pues conocen mi cara de preocupación.

Cuando sonó el timbre, me demoré un poco en el baño para no llegar antes que ella. En dirección a la azotea, me estaba tranquilizando dado que no era posible que supiera sobre Jina, pero sí los últimos pensamientos. Al llegar, vi a Estef mirando a todos mientras se agarraba de la baranda, como si estuviera jugando. Rápidamente giró su cabeza y me dio una gran sonrisa que mostraba sus dientes. Mientras caminaba hacia ella, también con una sonrisa, le preguntaba ¿qué pasó?. Me abrazó apoyando su cara en  mi pecho y me dijo: "Cambiaron mis fechas de presentación, sí podemos salir mañana después de clases. ¿Qué dices?... profesor." - Me salió una risita inquieta cuando me llamó profesor y mientras nos estábamos sentando por ahí, le pregunté el porqué. Me puso una carita juguetona y alegre me dijo: "Irene me contó que quieres a ser nuestro profesor de física... Pero dime, ¿cómo así lo decidiste?" - Al decirme eso, sentí que me salvé y que Irene no se dio cuenta de mi vista o lo ignoró. Entonces, más tranquilo le dije que Irene me pidió que les enseñe. Ella solo se quedó un poco en blanco diciéndome ¿Irene te lo pidió?; le respondí que sí e igual de alegre me dijo que le contara en qué momento. Contento le conté lo siguiente:

El día de ayer en el recreo, cuando estuve con mis amigos, ¿recuerdas que te acercaste con tus amigas a preguntarnos a qué materia artística nos íbamos a inscribir? (ella afirmaba con la cabeza mientras le preguntaba). Bueno, y recuerdas que te dije que me iba a inscribir en pintura con Ronald, como siempre, y todos querían que me metiera en música para practicar con el profesor; sin embargo, en clase de música me delataría y quiero que sea una sorpresa mi última presentación de fin de año.(Me dijo que sí e incluso se acordó de que me dijo ella iba a danza). Le continué contando: Exacto, incluso me contaste que Akira, Camila y Nadia iban a estar contigo ahí y después, María y Katty te dijeron que ellas también iban a danza este año.

Me dijo que sí un poco más tranquila, pues no las conoce bien, sabe que son amigas cercanas y de vez en cuando las clases de artes se juntan entre años, lo que le da un poco de vergüenza. Me parece que es lo más normal, pues se nos junta a los que nos llevanmos un año, por la poca diferencia de edad. 

Le seguí contando: tambien te pregunté por Samanta e Irene, debido a que pensé que eran algo inseparables y me respondiste que Samanta era buena en arte y se llevaban bien con la profesora; lo cual era verdad, pues el año pasado las vi un par de veces conversando cuando estaba en clases. A diferencia, a Irene le gusta más el teatro, pues en danza era algo tosca, no le gustaban los instrumentos musicales y en arte por lo general parecían dibujos de niños; e incluso le bromearon con ser daltónica. (se rio, me dijo que lo había inventado Nadia). Desde mi perspectiva no era sorpresa de que fuera ella. Mientras le contaba, ella me complementó y dijo: "También le dijeron a Crístofer que vaya a practicar canto con el profesor de música, pues si iba uno, nadie iba a sospechar" - Correcto, le dije. Luego, Fernando se volvió loco, pues él también quería ir a música; no obstante, Ramiro le dijo algo al oído y decidieron ir a teatro.

En medio de la conversación, riéndose me dijo: "No entiendo, qué tiene que ver todo esto que estamos recordando" - Le seguí hablando: bueno, cuando se estabas a punto de irte con tus amigas, Irene me miró como si quisiera preguntarme o decirme algo, pero miró a mis amigos, se hizo la que se estiraba y luego se fue sin decir nada. Estef, muy asertiva como siempre, aún con una pequeña risa: "Sigo sin entender cómo. Estás dándome vueltas y no me quieres decir (se lanzó hacia mí y me empezó hacer cosquillas)" - Le dije de manera graciosa que últimamente me estaba afectando escribir en mi diario. Al escucharme, me dijo que algún día quería verlo o leerlo para reírse un rato. Estaba tranquilo, no pensé en nada y le dije que no había problema; sin embargo, recordé tantas cosas escritas y con una palmadita cariñosa en la cabeza le dije: "Estaba bromeando, eso es privado; además, ya es más próximo a ser virtual." - Solo me miró con una cara de reírse y me dijo: "¿Aún lo estás escribiendo a mano?... Ahora tengo más ganas de verlo" - Solo le dije que otro día lo vería, pues sé que se va a olvidar.

El receso estaba acabando y me dijo que le cuente más rápido. Obviamente omití algunas partes que al contarle la historia, pero ocurrió algo así: en resumen, ayer mientras estábamos terminando el entrenamiento, me fui a los lavatorios cerca del estacionamiento del bus escolar, antes de ir a los baños a cambiarme. Me mojé bastante la cabeza y, mientras me secaba la cara, Irene apareció de la nada; pero se notaba que estaba recogiendo algunos balones de fútbol que habían llegado hasta ahí. Me saludó con un alegre Hola Luis y también la saludé. No obstante, mientras me habló, mis ojos se desviaban a su pecho con mucha insistencia. Supongo que el sudor había hecho que se le notaran mucho. En fin, mientras hablaba con ella, mis ojos no dejaban de moverse, trataba de moverme y taparme la cara con la excusa de secarme la cara para disimular y dejar de mirar. Ella ni en inmutó, contenta seguía conversando conmigo y de verdad me gustaban las cosas que hablaba. Pero en mi mente solo estaba el no saber, y aún no sé, si no traía puesto su sostén, si se lo sacó, si era muy fino o qué;  del mismo modo, mis ojos no dejaban de mirarla como un escáner. Además, ese short o falda de deporte tampoco ayudó; le dibujaban demasiado su silueta. Me ponía a pensar ¿no hace danza por ser muy brusca? Desde mi punto de vista se veía muy muy femenina. 

En un momento de la conversación, ella dijo que alguien había dicho que yo era bastante bueno en física. Extrañado le pregunté quién y me respondió que fue la misma profesora de física mientras daba clases en su salón; en plena clase lo insinuó bastante, sin decir mi nombre. Me sentí entre alagado y avergonzado por el cumplido y por que no dejaba de verla de arriba abajo. Luego me preguntó si en algún momento le podía enseñar a ella y a sus amigas. Le dije que sí y que no había problemas, pues igualmente iba ayudar a Estef en algún momento. De repente,  una de sus amigas de fútbol la llamó, me agradeció y se despidió. Cuando terminé de hablar, Estef con cara de risa, asombro y aburrida, me dijo: "¿Eso es todo, no pudiste decírmelo así?" (obviamente omití todo lo que mis ojos vieron) - Sonó el timbre, me agarró de la mano y nos fuimos al salón. En el camino se reía diciéndome algo como: "Tengo que enseñarte a resumir" - Solo me reí y me sentí aliviado de que Irene no le contara nada, mucho menos sobre mis ojos bailarines, ya sea por que no le importó o por que no lo notó.


25 mar 2021

Lentes de contacto: tortura, risas y amigos

 26 de Marzo de 2007 Lunes

Hace tiempo que no escribía días tan seguidos, aunque no le voy dar mucha importancia a ello. A lo que iba, ya tengo mis lentes de contacto. Debo decir que no estoy muy alegre por ello, pues no pensé que iba a ser tan... no lo quiero ni pensar. La síntesis es que son una tortura más mental que física. En parte me rio de mí mismo, dado que los quería;a pesar ello, no pensé que serían así. Voy a dar mi perspectiva más sincera. 
 
Primero, pensé que iba a ser sencillo ponerlo. No es así, ya que desde el inicio es muy molesto agarrarlos. Se resbalan un poco cuando los quieres sujetar y luego debes tenerlos en equilibrio en el dedo índice para poder llevarlo hacia tu ojo. Es decir, uno mismo, con su dedo, debe tocar su ojo. Para mí fue más difícil, porque soy diestro. Solo el ojo derecho me demoró alrededor de 10 minutos. Para el ojo izquierdo, con la mano izquierda, me demoró casi 15 minutos. Cualquier diría que usara la mano derecha para ponerme el lente izquierdo, pero por alguna razón me pareció aún más complejo eso. Demoré cerca de media hora para colocármelos, dado que mi cuerpo temblaba por no querer hacerlo. 
 
Finalmente, la cereza del pastel, no sabía que se empañan los lentes de contacto, pues los ojos exhalaban. No tenía ni idea, eso ocurre de vez en cuando. Tampoco sabía que se secaban y que debía rehidratarlos cada cierto tiempo con gotas... Hace un rato hablé con mi hermano por teléfono, me dijo que iba a ir consiguiendo experiencia y que me iba a ser más sencillo con el tiempo, pues me iba acostumbrar. En mi cabeza cruzaba el pensamiento de que no quería esperar. Sentía que habían más desventajas que beneficios. Sin embargo, parece que no hay opción.

Sin más rodeos, hoy fui al colegio con los lentes de contacto. Cuando subí al carro, Crístofer estaba mirando su celular, pues estaba mensajeándose con Rosalina. Se sorprendió y ocultó su teléfono, pero me vio y dijo: "Ah, no estás usando tus lentes" - Dado que sabe que no veo bien sin lentes, volvió a su posición normal y siguió escribiendo como si nada. Pero Sofía, que estaba cerca, me miró y dijo: "Espera, ¿estás usan...?" - Le hice señas para que no diga nada. Puso una sonrisota y solo asintió. Así que, por despistado, estuve leyendo su conversación casi todo el viaje, aunque no fue al interesando, mientras estuve hablaba con Sofía. A pesar de ello, hubo momentos en lo que pensé que Crístofer sospechaba, así tomé mis lentes, pues por casualidad los llevaba, y los tenían en mi mano muy visibles.

Al llegar al colegio, nos separamos a nuestras aulas. Llegué, no pasó ni un minuto, y María, pues se sienta a mi lado, me miró y dijo: "¿Estás con lentes de contacto?¿Tus papás te dejaron?" - Con una mirada de asombro le dije que sí me dieron permiso. Pero me extrañaba que lo haya notado tan rápido y le pregunté cómo se dio cuenta. Con sinceridad, me dijo que cualquier persona se da cuenta de los lentes de contacto y, como por ahí estaba pasando Ramiro, preguntó algo como: "¿Viste lo que trajo Lucho a la clase?" - Con duda me miró; luego, por mi mochila; finalmente, alrededor de mí, pero dijo que no. Solo lo vio con cara de incredulidad. Segundos después, entró Katty al salón y la saludó desde lejos. Mientras se acercaba a saludarnos, Katty sonrió y me dijo: "Wow, míralo nada más, alguien se quiere ver guapo para su chica" - Fernando, como buen entrometido, rápidamente despertó de su asiento y se acercó a nosotros preguntando qué había hecho, para poder molestarme. Katty, con un par de carcajadas, dijo que me miraran.

Una vez más, realizaron su examen sobre mí y preguntaron dos posibilidades: si me había hecho algo en el cabello o si había hecho ejercicio. Katty y María con duda y risas, dijeron que me miraran a los ojos con atención. Fue en ese momento que lo notaron. Después, dijeron el clásico comentario que las chicas hacen: "los hombres nunca prestan atención a los detalles". Con eso en mente, pensé que Estef se daría cuenta más rápido. Así que iba a tratar de no mirarla directo a los ojos tan rápido. Finalmente, las chicas mencionaron mis lentes de contacto y los muchachos solo hicieron un "Aahh" prolongando, dando a entender que no estaban tan sorprendidos. Luego de ello, las clases comenzaron con normalidad; aunque me parece que los profesores se dieron cuenta, ya que notaba ciertas miradas indiscretas en mi dirección.

Saliendo al recreo, decidí ir confiado y sin expectativa de darle sorpresa a Estef, pues las miradas de los profesores me dieron a entender que era más obvio de lo que pensé. Mientras camina en busca de Estef, me percaté que los ojos exhalaban de vez en cuando y se me empañaba la vista, haciendo mi búsqueda más complicada; trata de parpadear para lograr la visión, pero igual demoraba. Segundos después, me abrazó por la espalda sin que me diera cuenta, pues ella me encontró primero. Al girarme, se fijó y rápidamente con una sonrisota me preguntó por qué no le había dicho nada. Mi respuesta, aunque obvia, le dio risa y me dijo: "Sabes que igual lo iba a notar. (continuó mirándome un rato más) Me gusta cómo se ven tus ojos con los lentes, parecen dibujos, como si brillaran... Sabes qué, lánzame una de tus mejores miradas" - Escuchando lo que me decía le comencé a lanzar miradas pícaras en forma de broma; ello generaba que se riera bastante, tanto así que me trataba de abrazar para no mirarme, pero la intentaba apartar con mi brazos para que me mirara y siguiera riéndose.

El pequeño problema que surgió de ello fue que ella lloró un poco de la risa y se le resbaló una pequeña lágrima por la mejilla derecha. Nos sentamos en un de las bancas cerca a la cafetería, pues se me empañaban un poco los lentes y para ella pudiera refrescarse de la risa; aunque igual seguíamos jugando de la misma manera, pues me daba risa su risa. En ese momento, un profesor que nos enseñó en la primaria pasaba por ahí hacia la cafetería, nos vio de lejos y la escena, desde aquella distancia en la que se encontraba, se veía algo rara, por decirlo de algún modo. El profesor Edgardinho, como le decíamos por su graciosa forma de hablar, con una voz seria, que casi nadie ha escuchado, nos preguntó qué pasaba y qué le hacía a Estef, pues parecía que forcejeaba con ella. Me sorprendió con la pregunta, dado que estábamos jugando. No fue sino hasta cuando la escuchó reírse que entendió que no le hacía nada. Con los ojos casi rojos, por haberse reído tanto, miró al profesor, porque no sabía de quién era esa voz graciosa y seria; sin embargo, cuando lo vio, se rió más aún, pues, no pensaba que el profesor Edgar podía hacer ese tipo de voz. Solo lo miré con una  sonrisa, pues no sabía qué decir y me avergonzaba un poco la risa de Estef. Al parecer no era el único, pues, un poco avergonzado, le dio un pañuelo descartable que sacó de su maleta; pero ella no podía agarrarlo bien, así que lo tomé y le agradecí. El profesor solo se retiró un poco rojo; ya con el pañuelo en mis manos, le secaba la mejilla y los ojos, le decía que se calmara con un risilla que se me salía.

Unos momentos después, se acercaron sus amigas y mis amigos a preguntarnos qué había pasado. Mientras se reía un poco, recordando la voz del profesor, les contamos, lo que generó marcar unas ligeras sonrisas en sus caras y me comenzaron a llamar "maltratador" o "abusador" en forma de broma durante un rato en el receso hasta que pasó la profesora de biología. Y la verdad no sé si los profesores habrán estado susceptibles o qué, pero la profesora que pasaba por ahí, escuchó a mis amigos y nos habló de cómo debíamos comportarnos, normas de convivencia y bla bla bla. Obvio, nuestros amigos se rieron y la profesora se fue con una cara de broma, pero a la vez no tanto. Ramiro y Ronald continuaron con las bromas del comportamiento durante un rato más y todo los demás también metían su cuchara.

En fin, unos momentos después que ya todos se estaban calmando, Estef se levantó, sacudiéndose el polvo de la falda, y con una actitud coqueta me jaló de la mano diciendo: "Bueno chicas (refiriéndose a sus amigas que se quedaron un rato más cerca a mis amigos), nos vemos en el salón. Chicos, (refiriéndose a mis amigos), me lo voy a robar un rato." - Sus amigas solo se rieron un poco, mientras que Katty con una voz graciosa le dijo: "No te olvides devolverlo que tenemos exposición" - María también se unió: "Si quieres no lo devuelvas, ya es tuyo" - Fernando no se quedaba atrás: " Me lo cuidas bien a mi Luchito (grito que no entendí)" - Avergonzado solo fui más rápido con Estef, pues me parece que quería conversar sobre cuándo íbamos a salir, dado que ayer no habíamos quedado qué día. Además, las risas de nuestros amigos (sus amigas y mis amigos) parecía dar a entender que se estaban conociendo más; lo que no me gusta tanto, ya que no les caigo bien Camila y Nadia y verlas, me da un poco de incomodidad, ya le preguntaré otro día a Estef cómo llevarme bien con ellas.