24 jun 2010

Delegados y Responsabilidades

04 de Octubre de 2006 Miércoles

Gracias a Dios, ya terminamos todos los trabajos. Y~~ Qué lindo momento el de hace poco. Supongo que esta vez les tendré que agradecer a Fernando y Ramiro que nos hayan elegido a Mike y a mí para ser los delegados del aula y tener que comprar las cosas...

Ayer, en horas de clases, estaban eligiendo a quiénes iba a decorar el aula. Como siempre, Fernando y Ramiro nos postularon para ser los encargados, la única diferencia es que esta vez María y Katty también se unieron. Luego, todo el salón inició votaciones y salimos electos. Mike y yo estábamos algo molestos, porque recién comenzaba el bimestre y ya nos estaban eligiendo delegados. (nadie quiere serlo, porque es mucho trabajo)

Cuando salimos al recreo, Gina y Teresa estaban algo desanimadas como nosotros, les preguntamos el porqué y nos respondieron que ellas también habían sido elegidas como delegadas en su aula JAJAJA. (En el aula "2-1" son Crístofer y Teresa, en el aula "2-2" son Gina y Mingo y en la "2-3" somos Mike y yo) Les contamos que nosotros igual y ellas también se rieron de nosotros. Luego, planeamos reunirnos a la mañana siguiente y comprar las cosas, ya que, si no lo hacíamos rápido, nos íbamos a olvidar después. Además, las tareas se empezaban a acumular desde que empezó la semana.

Hoy le dije a Gina que iba a pasar por su casa para poder ir a la tienda, pero me dijo que tenía una cita con el dentista e iba a ir más tarde. Le dí la dirección, ya que la tienda era algo nueva y no sabíamos bien dónde estaba ubicada. Más tarde, cuando ya casi era hora de ir a la tienda, me llamó mi hermano a mi celular. Como hace mucho tiempo que no hablaba con él, nos quedamos conversando un buen rato. Después, me cambié muy rápido y me fui a la tienda, aunque, para ser sincero, yo tampoco sabía bien donde quedaba. 
 
Estuve buscando un rato la tienda, pero en vez de eso, me encontré a Gina. La quise sorprender y le tapé los ojos, pero antes de que pudiera decirle: "¿Quién soy?" - Ella me golpeó en el estómago... Sentí mucho dolor, parecía preparada para eso. Afortunadamente me vio, ya que iba a tirar otro golpe. Ella se disculpó conmigo y me contó que, mientras venía en el bus, parece que un acosador le intentaba meter mano. Entre risas, le pregunté si yo tenía pinta de acosador y, riéndose con la cara roja, me dijo que a veces cuando la toco. Me puse como tomate, pues una señoras pasaron cerca a nosotros y le dije que buscáramos a los demás.

Momentos después, nos encontramos con Crístofer, Teresa, Mingo y Mike. Ya en la tienda, estuvimos buscando un rato lo que necesitábamos. Cuando terminamos de comprar las cosas, Teresa se ofreció a llevar las cosas de su aula, Mingo se ofreció a llevar las cosas de su aula y Gina no llevó nada. Finalmente, Mike no se ofreció a llevar las cosas y me obligó a que yo las llevara... Al despedirnos, Gina me acompaño a mi casa, porque estábamos llevando varias cajas. Cuando llegamos a mi casa, le pedí a Gina que me ayudara a arreglar las cosas, así que subimos a mi cuarto y empezamos a ordenar. En un momento empezamos a jugar, estuvimos jugando casi cuarenta y cinco minutos seguidos, hasta que nos caímos en mi cama y nos cansamos un poco.

Nos echados y empezamos a conversar, pero nos dio sueño y dormimos, abrazados por media hora. Luego, mi mamá tocó la puerta de mi cuarto e iba a entrar. Entró y nos vio abrazados, despeinados y echados en mi cama. Me sonrojé mucho al igual que Gina. Por su parte, mi mamá solo dijo que eran quince para las nueve, así que decidí dejarla en su casa; pero, mi mamá dijo que ella lo haría. Le insistí, pero me dijo que debía terminar mis tareas y me rendí cuando dijo eso. Le pedí tiempo a solas con Gina para despedirme. Cuando mi mamá salió, Gina se veía contenta y avergonzada, pero igual me dijo: " ¿Cuándo nos reunimos otra vez?" - Me besó, me quedé algo atontado y le dije muy dulcemente: "Cuando tú gustes" - Ella se rió, se despedí y se fue. ¡Rayos la quería dejar en su casa yo!

21 jun 2010

Pesadilla del tiempo

01 de Octubre de 2006 Domingo
Ayer tuve un sueño horrible. Supuestamente, un chico (no sé cómo se llamaba, pero tenía los rasgos de todos mis amigos, Crístofer, Ronald, Mike, Fernando, etc... Lo llamé "H") y yo estábamos haciendo una maquina del tiempo para que pudiera impedir algunos malos momentos. Mi mayor preocupación era cuando me besé con Estéfani y hacer que Gina no terminara conmigo. Por alguna razón lo logramos construir la máquina y viajamos en el tiempo. 
 
Regresamos al lunes 02 de Enero de este año. Era de día, pero yo no me podía verme conmigo mismo, ya que si no cambiaría todo mi futuro o ocurrirían paradojas. Llamé a Crístofer y le dije que fuera al colegio urgente. Me dijo que no podía, pues conoció a alguien por internet y bla bla bla (no me acuerdo). Le insistí, ya que, si no iba, ocurriría un desastre con Gina y Estéfani. Él no me entendió, pero igualmente fue por curiosidad. 
 
Cuando él estaba a medio camino del colegio, lo llamé y le pedí que me acompañara en el recreo con Gina; además, si veía a Estéfani, le pedí que la mantuviera lejos de mí, porque me había peleado con ella, supuestamente. Crístofer entendió y me dijo que no me preocupara. Luego, con "H", vimos desde lejos, cómo es que Estéfani se acercaba a mí. Estuve nervioso, pues veía cómo se acercaba ese momento y mi yo de ese presente no se percataba de nada. No obstante, Crístofer se paró e hizo que ella se alejara de mí. No sé cómo lo hizo, pero lo logró y ella no me besó... Me sentí muy aliviado que haya logrado resolverlo ese momento, fue uno de los más desagradable de mi vida. 
 
Luego, le pedí a "H" que nos fuéramos cuatro meses al futuro para ver cómo es que todo había resultado. Nos fuimos a finales de mayo, cuando se supone que yo estaba enfermo y no me había ido al colegio. Así que, me fui al colegio con la excusa de que ya estaba mejor. Cuando llegué a mi salón, me enteré de algo horrible. Cuando entré a mi salón, todos se quedaron callados, algunas chicas lloraron de miedo, se alejaban de mí. Con cierta risa les dije: "Tranquilos, ya no tengo gripe. ¿Por qué se sorprenden? Parece como si hubieran visto un muerto" - Mike, muy pálido y asustado, me dijo: "Es que sí, tú estás muerto..." - Me quedé atónito. Nadie me quiso decir nada e incluso entre gritos me dijeron que me fuera. Quería llorar, me fui a la piscina del colegio para que nadie me vea. Más relajado, le envié un mensaje a Cristofer y le dije que me viera en la piscina. Él fue muy asustado, ya que miraba a todas partes. Cuando llegó, me miró con una cara de asustado completo y me preguntó cómo es que estaba vivo. Le intenté explicar lo de la máquina, pero obviamente no me creyó. Un poco molesto, pues no me creyó, le pedí que me explicara cómo es que había muerto. 
 
Él me contó lo siguiente: a pesar de que él alejó a Estéfani de mí, días después, ella fue a verme otra vez al colegio. Es decir, que no cambié nada, solo el día del hecho. El beso con Estéfani ocurrió y Gina nos vio... Se supone que yo le rogaba a él para que me ayude a disculparme y aceptó por la insistencia.  Dijo que un día me estaba disculpando en la calle, pues la vi con otro chico; sin embargo, Gina no quería escuchar y comenzó a correr en la calle, mientras que yo la estaba persiguiendo. Se supone que no me percaté de la luz verde y un auto me atropelló... Gina, al ver eso, gritó por ayuda y me trató de llevar a un hospital con otros señores alrededor. Cuando llegaron al hospital, yo ya había muerto. Ella se sentía muy culpable de lo que había pasado. Lloraba en cerrada en su casa, ya no iba al colegio, no comía, porque sentía nauseas. Incluso su madre pensó en internarla en un centro de salud mental, pero no lo hizo por pena a su hija. Se supone que ella había muerto, ya que a veces vomitaba de las nauseas y había perdido todas sus defensas. 
 
Cuando Crístofer me contó esto, me sentía muy nervioso diciéndome a mi mismo que no era posible. Llamé a "H" y le dije que fuéramos al cementerio. Ya en el lugar, le pedí a la señora del cementerio donde podía encontrar el cuerpo de Gina y el mío. Me llevó a esos lugares y noté que estaba algo distanciados. Cuando leí mi nombre, lloré mucho y no podía creerlo. Después, "H" me llevó a la tumba de Gina, lloré más y me llamé idiota por tratar de arreglar algo. Le pedí a "H" que tratáramos de regresar todo a la normalidad, pero ya no teníamos la maquina del tiempo. Me puse muy nervioso y no sabía qué hacer. Empezó a llover y me quedé sentado cerca a la tumba de Gina para pensar en algo. 
 
Por alguna razón, me fui a mi casa. Estaba totalmente destruida, cerré y los ojos y, cuando los abrí, estaba en mi salón de clase con una chica. Muy seria me dijo: "No te preocupes, toda está bien." - Después volví a parpadear y desperté...

14 jun 2010

Pensar en el presente

29 de Septiembre de 2006 Viernes  
 
Hoy Gina y yo nos quedamos en el colegio Gina para poder estudiar un poco de física, ya que el profesor está a punto de tomar una prueba bastante pesada la semana siguiente. La verdad nos hemos quedado, porque el mismo profesor decidió dar clases para los que no han entendido y han salido mal en los bimestres pasados. En esos individuos me encuentro. Gina solo se quedó para ayudarme en algunas cosas que no le entendiera al profesor y aclarar algunas dudas de clases. El profesor se puso muy contento que nos quedáramos a escuchar su repaso, ya que hay muchos que están mal y no aparecieron.  
 
Le agradecí que me acompañara, porque en realidad ella no necesitaba quedarse a esas clases extra. Me dijo que así era mejor, pues podía estar más tiempo conmigo. Me gustó mucho su respuesta y me hizo sentir cierta paz, como si estuviéramos en la isla. Más tarde, de camino a nuestras casas, nos sentamos en un parque antes de llegar, pues compramos una galletas recién hechas. Fue un momento muy acogedor. En fin, después de un rato, Gina me miró directamente a los ojos con mucha nostalgia. Le pregunté qué pasaba, ya que todo el día estuvo muy contenta. Me respondió que tenía mucha pena de dejarnos a todos y que ya no íbamos a poder salir todos juntos. Empezamos a recordar muchas cosas hasta que, en un momento, la vi muy triste. Parecía que quería llorar, así que la abracé y le dije: " Por favor, tranquila, aún estamos todos juntos. No pienses en eso. " - Creo que no era el momento preciso para decir eso, ya que empezó a llorar.  
 
La verdad, no creí que con esas palabras ella iba a llorar. La abracé y la trataba de calmar, hasta que, pasado un rato, me dijo que ya se sentía mejor. Más tranquila, miramos la puesta del sol y nos besamos. Luego, estuvimos conversando sobre qué es lo que iba a ocurrir cuando ella se fuera, pues parecía que de eso quería hablar. Le mencioné que la iba a visitar todos los sábados e incluso  podíamos vernos con todos los demás algún fin de semana. Ella parecía que se calmaba mientras hablábamos, pero aún así sentía que Gina no se contentaba. En un momento, le dije que ya no deberíamos pensar en la ida, sino que debemos pensar en el presente y sobre qué vamos hacer para tener muchos recuerdos todos juntos. Le gustó lo que dije y nos sentamos más pegaditos para no sentir frío.
 
Pasando de tema, mañana tengo que hacer un trabajo con Fernando y Ramiro y se supone que concordamos en mi casa, pero no quiero. Hacen un desastre mi casa cada vez que vienen... Mejor, pensaré positivo, pues últimamente se están portando bien y no hacen tantos desastres.

8 jun 2010

¿Quieres casarte conmigo?

27 de Septiembre de 2006 Miércoles  
 
Quién diría que un anillo significara tanto. La verdad, no pensé bien lo que dije en ese momento... Todo empezó cuando estaba caminando cerca del parque, vi que una pareja casi de mi edad tenían anillos, los observé un rato y me quedé pensativo, en ese momento lo dejé pasar. Luego, cuando me fui a una tienda a comprar, vi una parea un poco mayor que yo y también traían anillos. Los mire unos segundos y me puse a pensar que tal vez sea, porque eso demostraba que eran novios. Cuando llegué a esa conclusión, me llamé estúpido a mí mismo, ya que de seguro Gina pensaba que yo algún día le iba a dar un anillo. Por las dudas, le pregunté, hace un día, a Crístofer si era necesario un anillo. Él me respondió que un anillo era para compromisos más serios y que a nuestra edad no era necesario. Por alguna razón, de lo que me dijo Crístofer, mi cabeza concluyó que era algo normal en las pareja. 
 
Lo importante es que capté la idea, no era tan necesario; no obstante, aún la duda se quedó en mi subconsciente. Por eso, hoy, en el recreo, estuvimos conversando hasta que hubo unos segundos de silencio y, aprovechando mi duda, le pregunté: "¿Gina, quieres que te dé un anillo?" - Mi pregunta parece que fue algo extraña, pues Crístofer, Ronald y Katty me miraron con una cara de sorpresa. Gina se avergonzó un poco y me respondió con una voz burlona: "¿Qué?...¿Quieres casarte conmigo?..." - No supe cómo responder a esa pregunta, era una broma extraña. Katty me explicó que fue casi como pedirle matrimonio. Luego, les expliqué que había visto algunas personas así y bla bla bla. Ellos me respondieron que seguro eran esposos o simplemente fintosos. Gina me miró con un gran sonrisa y me llamó idiota. Mientras tanto, mis amigos me llamaban señor esposo en forma de broma. 
 
Pasando de tema, Mike está ligando con Érica, una chica algo linda, buena en los estudios y es amiguera con todo el mundo. A Teresa parece no importarle, supongo que ya pasaron por todo y ya lo que pasó, pasó. Espero que todo salga bien. Todo está tan tranquilo que da alegría y no quisiera que Gina se vaya el próximo año...

5 jun 2010

El Comienzo del Fin

25 de Septiembre de 2006 Lunes  
 
Dios... Primer día de clases y ya tengo malas noticias por parte de Gina. La verdad, salí un poco bajo en mis notas del colegio, pero no es para preocuparse tanto, ahora lo que me preocupa es Gina. La noticia es que se va de la ciudad. 
 
No habría problema alguno, sino fuera por que el colegio está a mitad de las dos ciudades. Es decir, casi es una hora y media de camino, cuando no hay tráfico. Además, de una ciudad a la otra ciudad hay unas tres horas y media, también cuando no hay tráfico. Todo eso sería mucho tiempo perdido en ida y vuelta. Esto quiere decir que ya no podría salir con ella cualquier día de la semana, tan solo podríamos salir los sábado desde mañana hasta la noche y de lunes a viernes solo la podría ver en el colegio. Qué horror, esto es el año que viene...  
 
Bueno, el día empezaba así: la movilidad me recogió, me alegré mucho al ver a Gina, aunque la haya visto en la pequeña semana de vacaciones. Ella también se alegró de verme, pero se notaba que teníamos sueño, porque estábamos acostumbrados a levantarnos tarde. Ella se costó en mi hombro y yo en su cabeza. Dormimos un rato hasta llegar al colegio, pues Crístofer nos tuvo que levantar JAJAJA. Crístofer con una voz burlona nos dijo algo como: "Es la ultima vez que los levanto. ¿ok?" - Le dije que recién empezaba el bimestre, ¿y ya era la ultima vez que nos despertaba? Nos miró con una mueca graciosa y se fue a su salón. 
 
Ya hasta me cansé de repetirlo, los profesores nos dieron su pequeño discurso de introducción al nuevo bimestre con los temas que veríamos. En fin, mientras ellos daban su discurso, yo estaba dibujando algo nuevo y bonito. Fernando, al percatarse de eso, me pidió que le haga dibujos, supongo esto puede ser una buena forma de conseguir dinero. Cuando llegó el primer recreo, sentí la nostalgia de que Rita ya no estuviera para hacerme reír con alguna historia de cuando éramos pequeños. Estéfani y Akira, que pasaron con su grupo de amigas, me trataban de alegrar, al igual que Fernando con sus ocurrencia, cuando no.  
 
En el segundo recreo, me fui a la azotea y, antes de llegar, vi que Gina estaba ahí. La miré y se le notaba muy pensativa y triste. Puedo decir que estaba tan concentrada que no me escuchó llegar. Cuando la saludé, se asustó, me llamó idiota y luego se empezó a reír mientras me abrazaba. Le pregunté por qué estaba tan pensativa antes; sin embargo, no me quiso responder en ese momento y mencionó que me iba a responder después. Quería insistirse, pero le dije que no había ningún problema, pues podía ser algo personal. Me senté en el suelo y ella se sentó en el espacio que había entre mis piernas. Son esos momentos que me encanta, pues huele muy bien y la abracé por el estómago. Ella se echó en mi pecho y empezamos a mirar las nubes mientras hablábamos de cuando nos perdimos. A pesar del tiempo, seguíamos recordándolo muy nítidamente. 
 
Después, terminaron las clases y me fui a la movilidad. A medio camino, Gina me alcanzó corriendo y me pidió que la esperara un momento. No entendía bien qué pasaba, pero la esperé. Luego, con una voz un poco desanimada me dijo que se iba de la ciudad por razones del trabajo de su mamá. La reacción de mi cuerpo fue una desconexión inmediata. Se sumó una sensación de frío y de no escuchar nada... Recobrando un poco la conciencia, me dijo que eso iba ser el año que venía; no obstante, se iría a fines de año, pues debían hacer mucho papeleo. Me preocupé mucho cuando dijo eso y le hice muchísimas preguntas. Me las respondió con calma, pero triste. Ahora ya estoy un poco mejor, a pesar de que aún tengo algo nublada la mente. Lo último que recuerdo fue decirle que pasaríamos todo el tiempo posible juntos, no pensar en la ida.

2 jun 2010

El último adiós...

16 de Septiembre de 2006 Sábado  
 
No era lo que tenía en mente. Voy a extrañar a Rita. Fue mi mejor amiga desde que tenía cuatro años, la primera chica que me gustó. Aún creo que me quería decir algo antes de irme... Me da pena recordar, pero igual debo quiero escribirlo, pues no quiero olvidar su último día.  
 
En la mañana todos nos fuimos a nuestras casas, Rita nos llamó a todos para ir a su casa. Estuvimos jugando y conversando lo que iba a decir Rita en la despedida de los alumnos de intercambio. Al parecer así lo habían decidido los alumnos y profesores extranjeros. Se supone que iba decir, a través de un discurso, que el colegio tenía las capacidades académicas para obtener mejores resultados, profesores capacitados y todo eso. Todos la pasamos muy bien ayudando a Rita sobre lo que quería decir; aunque, yo casi no pude, pues tenía un poco de sueño. 
 
Luego, nos despedimos de Rita y nos fuimos a prepararnos para ir al colegio. Antes que saliera de su casa, ella me abrazó por la espalda y me besó en la mejilla. Me quedé mirándola un rato, porque no lo hacia desde que éramos pequeños. Ella tan solo me sonrió y se despidió con una sonrisota de oreja a oreja. Cuando estaba en medio camino a la casa de Gina, recordé el rostro de Rita y parecía que me quería decir algo. Pero, en ese momento, Gina me recordó que mañana la acompañara al cementerio y me olvidé rápidamente de lo que estaba pensando. 
 
Después, todos nos fuimos al colegio para poder escuchar el discurso de Rita que iba tener lugar en el pabellón principal. Rita estuvo dando un discurso muy bonito, mientras lo estaba escuchando, Gina me cogió de la mano, nos miramos fijamente a los ojos y luego nos sonreímos el uno al otro. Finalizado el discurso, no nos pudimos reunir con Rita, porque le estaban hablando el director y los profesores. Estuvimos tomándonos fotos con algunos amigos de intercambio, ya que algunos de ellos iban a viajar en los próximos días. Después de un rato de esperar a Rita, al fin ella pudo estar con nosotros. Cuando ya casi era hora de regresar, Rita se empezó a despedir de todos nosotros. 
 
Le preguntamos el por qué y nos respondió que hoy mismo se iba de regreso a Alemania. Todos no quedamos muy sorprendidos, ya que nunca le preguntamos que día se iba a ir, porque no creíamos que se iría tan pronto. Al principio le dijimos que le pidiera a su mamá quedarse más tiempo aquí con nosotros, pero nos respondió que sus clases empezaban pronto y debía hacer trámites por la transferencia realizada. Todos nos quedamos muy tristes. Después, Gina y yo le dijimos que la íbamos acompañar hasta el aeropuerto. Los demás también querían ir, pero Rita les dijo que no nos preocupáramos, aún así nos fuimos. 
 
Mis papás se adelantaron al despedirse de Rita y su mamá, pues es como una prima y las conocen bastante. Por mi lado, me fui por Gina y tratamos de llegar lo mas rápido posible al aeropuerto. Cuando llegamos, Rita estaba cerca a la entrada del aeropuerto y tenía todos sus documentos a la mano en un fólder. Nos despedimos de ella y le pregunté algo melancólico: "¿Rita, cuando nos vas a volver visitar?". Me alejó un poco de Gina y me dijo en voz baja un poco entrecortada: "La verdad, no creo volver... Fue suerte que haya venido este año." - Al principio no le había entendido y me alteré un poco. Me lo volvió a repetir y luego me dijo que ya no iba a ser posible volver en años o tal vez nunca más. Me puse muy triste, ya que había pasado con ella casi dos meses como en los viejos tiempos. A pesar de la noticia, traté de actuar tranquilo para que Gina no me vea alterado.  
 
Sin embargo, frente a Rita sentía ganas de llorar. Me miró a los ojos y parecía que sabía lo que querían decirle. Con una voz apagada me dijo: "Por favor, no quiero que llores..." - Me besó en la frente y me abrazó. Recordé que hacía eso cuando me lastimaba de pequeño... Con un nudo en la garganta y los ojos rojos, tan solo la abracé y le dije feliz viaje. Ella también se despidió de mí y me fui con Gina. Antes de entrar, cerca a la puerta, Rita nos miró y gritó muy feliz: "Espero que no se peleen. Cuídense mucho, los voy a extrañar..." - Le sonreímos y la despedimos desde lejos. Desde atrás de las ventanas, esperamos a que subiera al avión. Minutos después, el avión despegó y no pude contener mi ganas de llorar. A mi lado, Gina también comenzó a llorar y no abrazamos un rato... Eso es todo. La voy a extrañar...