17 abr 2009

Envidia y Sorpresas

5 de Abril de 2006 Miércoles

La semana pasada pasaron algunas cosas que me daban tanta envidia. Por ejemplo, Mike y Teresa se quieren mucho. Parace como si katty y yo nos entendiéramos, porque ella quiere estar con Mike, aunque eso tal vez no pase. Akira no sé cómo la hace, pero siempre sale bien en sus estudios y Estéfani también. Nicolás con su enamorada están bien, al igual que Pepe, Miguel... Creo que mejor lo dejo. Lo que quiero decir es que casi todo me parecía mal.


Además, esa misma semana estaba un poco triste, no sé por qué; pero, cuando Mike y yo estabamos conversando en una banca, Teresa apareció y lo abrazó por la espalda. Me incomodó un poco... Pero esto me incomodó más. Gina, para seguirle el juego a Teresa, me abrazó por la espalda. No supe qué hacer, sentí que me congelé. Luego de eso, me sonrojé mucho y me puse más triste. Mis amigos me empezaron a preguntar qué es lo que me pasaba, aunque no quería decirles nada... 

Luego, al día siguiente, en el recreo Gina me dijo algo triste:
- Si mis abrazos te molestan, solo dímelo, no quiero que por eso no me hables o me odies...

Cuando Gina dijo eso, la abracé y le dije un poco sonrojado, pues había sentido su aroma que me gusta mucho:
- No es eso, sí me gustan tus abrazos, solo no sé qué me pasa. Desde que "terminamos" (le hice el gesto), me siento aburrido o no sé cómo sentirme...

Ella me dijo algo alegre:
- Si ese es el problema... qué te parece si... (no le dejé terminar lo que me quería decir)

A pesar de que esa era la solución, le respondí que no podía después de lo que hice la última vez (besar a Estéfani). Le repetí muchas veces que ese era el problema. (Al parecer, mi conciencia salió a relucir, no sabía el porqué de mi tristeza estos días, pero me di cuenta que era eso)  Me entendió, me dio la razón y me dijo una condición. Si no quería que estuviéramos, aunque me moría por decirle que sí, me pidió que ya no estuviera triste en los recreos. Esa condición me gustó y bueno... ese no era el momento de hablar, ya que muchas personas de mi salón, en el recreo, nos empezaron a ver, se decían cosas al oído y otros hasta se rieron de mí. No conté esto, porque me sentía un poco mal la semana pasada, además de tener que salir con María me llevó mucho tiempo por su plan.

Bueno, por otra parte, hace ya casi un mes que fue el cumpleaños de Teresa. Solo yo no lo recordé, menos mal que Teresa me disculpó y no había problema, ya que lo pasó casi todo el día con Mike... Eso me deja un poco celoso, porque creo que Gina no se va a acordar de el 30 de este mes es mi cumpleaños. Creo que solo mis amigos como Crístofer, Mike, Fernando, Ramiro y Ronald se van acordar... Hablando de Ronald, a él le afectó un poco menos separarse de su enamorada, ya que cuatro días después volvió sonreir y a ser el chico que tanto apreciamos y odiamos a veces...

No dejo de lado a Crístofer (esto es de hace dos días), CRÍSTOFER TIENE NOVIA, se llama ROSALINA. Solo que no la quiere presentar, porque le da algo de vergüenza. No entiendo qué le da vergüenza, nos vacila muy feo, solo nos ha dicho el nombre y como recién son pareja, desde hace dos días, todavía no salen...

Para finalizar, lo que ocurrió ayer fue: Crístofer también va en la movilidad con Gina y conmigo. Eso algo fastidioso, porque Cristofer le pide consejos a Gina para saber cómo es que actuá un mujer cuando algo le incomoda o cosas así. No es que sea chismoso, solo escribo lo que escucho... Como Crístofer vive un poco más lejos, Gina y yo bajamos antes, porque nuestras casas están algo cerca. Solo que esta última vez, a mi mitad del camino, Gina se detuvo y me quedó viendo fijamente por un rato, obvio me sonrojé. Luego, me sonrió y dijo: "Eres muy lindo y yo muy linda... ¿Por qué terminaste conmigo? JAJA" - Le contesté algo molesto: "Pero si tú fuiste quién quiso terminar conmigo... Eso creo" - Ella se rio y fue corriendo, claro que fui tras ella. 
 
Logré alcanzarla, le cogí de la mano y le hice cosquillas. Nos sonrojamos y nos cansamos, pues seguimos corriendo y haciéndonos cosquillas. Nos detuvimos, compramos un par de jugos de caja, y sentamos afuera de una pequeña tienda. Ahí me hizo cosquillas y, luego de una rato, se detuvo. Nos sentamos espalda con espalda, pero, después de un rato, Gina se dio la vuelta y me abrazó. Mi corazón latía muy fuerte y rápido. Gina se dio cuenta y se comenzó a reír.  Luego nos fuimos caminando a nuestras casas. La dejé en su casa, se despidió muy sonrojada y luego me fui a mi casa. Ahora estoy con una alegría que desborda, a pesar de que la semana pasada fue mala para mí, siento que no me importa. Ahora solo pienso en Gina.

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