26 abr 2021

¿Solo en casa?: reunión con los amigos y la banda

 07 de Abril de 2007 Sábado

Acabo de desayunar, después de escribir voy hacer mis tareas. Sobre todo porque mis papás me han obligado y estoy bajo un poco de observación... El motivo es muy simple y debo admitir que ha sido divertido: he pasado un viernes con mis amigos después de bastante tiempo. Es decir, ayer en el segundo receso los invité a mi casa, ya sea para ver una película o jugar algo. Obviamente invité a todos los más cercanos: Crístofer, Rosalina (podría decirse que es la nueva amiga, pues siempre está Crístofer y con nosotros), Ronald, Mike, Érica (la invitó Mike) María (se sorprendió que la invitara después de años), Katty, Teresa, Fernando, Ramiro, Nicolás, Martín, Miguel, Mingo y Pepe. Solo no pudieron asistir Miguel, Mingo y Pepe, pues ya tenían planes.

La invitación se debía a que pasé el primer receso con Estef y, mientras aún seguíamos viendo las fotos de la última salida, me recordó que tenía reunión con su grupo este viernes y sábado, dado que el lunes debían exponer su tema. Es decir, dejaron todo para última hora y debían reunirse esos días para poder terminar a tiempo. Como ya lo había mencionado hace más de una semana, no fue sorpresa; sin embargo, aún no sabía qué iba hacer el viernes, pues, incluso en mi casa, mis papás iban a salir y mis abuelos habían viajado hace unos días a su tierra natal a visitar a unos amigos. Luego me preguntó si no me aburriría estar solito el fin de semana; le dije que no pasa nada, lo único que me daba miedo eran los ruidos que suenan a veces cuando estaba solo. Entre risas me preguntó si algún de día de esos me gustaría su compañía, contento le respondí que sí; no obstante, mi mente pensó: solos en mi casa. Miré sus piernas y el corazón me latió muy rápido; pero, para despejar mi mente, respiré lentamente. Me preguntó si estaba bien, le dije sí y le cambié de tema para que mi mente se distraiga. En un rato sonó la campana, se despidió con un fuerte abrazo mientras me olía y decía: "Deja que me recargue, no te veré hasta el lunes." - Me dio risa y, mientras le acariciaba la cabeza, le dije que podíamos hablar por teléfono; solo me dijo que no es lo mismo y nos fuimos a nuestras aulas.

Antes de salir al segundo receso, miré a María y se me ocurrió invitar a mis amigos, pues se estuvieron quejando la semana pasada que no salía con ellos. Qué mejor manera de no estar solo y estar con mis amigos, dos pájaros de un tiro. Por ese motivo, cuando salimos al segundo receso, les pregunté si estaban libre; contentos me respondieron que veamos algunas películas de terror, pues mi casa estaba sola y querían ver con las luces apagadas. Se me cruzó muy rápido por la mente que podían sonar ruidos en mi casa y la película de terror me iba a dar más miedo después de que todos se fueran, así que no estaba muy seguro. Las chicas estaban emocionadas, les pareció una muy buena idea y dijeron que ellas llevaban las palomitas de maíz, pochoclo, canchita, rosetas de maíz, etc. (como más les guste llamarlo) y luego los demás se dividieron las gaseosas y quién llevaba las películas. Como todos estaban más emocionados de lo que pensé, supuse no que no iba a tener miedo, incluso consideré la emoción de estar entre amigos iba a relajarme. Por lo tanto, acepté todo lo que dijeron. Antes de finalizar el segundo receso, les propuse reunirnos alrededor de las seis, pues comenzaba anochecer. Pero María quería llegar antes, pues quería ver mi casa ya que hacía años que no entraba. Fernando, Katty y Ramiro escucharon lo que dijo y se unieron por voluntad propia. Como más lo hacía por María, no me importó que se unieran los demás que quisieran. 

Después de almorzar y descansar, limpié y arreglé un poco la sala donde íbamos a ver las películas. Busqué el reproductor de DVD, pues hace un tiempo que no lo usábamos, y lo conecté en la pantalla de la sala. Terminando de guardar algunas cosas, sonó el timbre y mi sensación fue que había llegado María; cuando abrí la puerta estuve en lo correcto, en parte. Llegó con Katty, Fernando y Ramiro, no pensé que realmente fueran a llegar; obviamente, antes de iniciar el recorrido, les advertí a Ramiro y Fernando que no toquen nada, pues ya tienen cierta fama. Solo se rieron y me dijeron cómo podía pensar que ello podrían hacer algo malo. Les pedí a las chicas que los cuidasen por precaución, no iba a dejar que hagan tonterías. En fin, al mostrarles la casa, María estaba entre feliz y emocionada, aunque en su voz también se escuchaba un poco melancólica, dado que había pasado mucho tiempo. Me preguntó por mis abuelos, mis papás, mis hermanos, suspiró al ver el jardín, la terraza. Ramiro preguntó por las reacciones de María. Sin rodeos, María les contó que, cuando estábamos en primaria, ella visitaba mi casa más a menudo, porque ambos estudiábamos en clases extras en un pequeño local cercano después de clases; sin embargo, ella iba para aprender más; mientras que yo iba por que no prestaba mucha atención a las clases del colegio. Además, mi mamá era amiga de su mamá; así que, era casi normal y obvio que las invitaran a pasar el rato en mi casa.

María contenta me abrazó y, mientras miraba a los demás, dijo: "Sí~~, era mi hermanito menor (haciendo un gesto con la mano, dando a entender que fui bastante bajito en primaria), siempre lo consolaba cuando estaba triste, le contaba historias de terror que lo hacían llorar (se rio bastante) y jugábamos en el jardín o en la terraza cuando venía a su casa." - Todos se animaron después de escuchar su relato y Fernando preguntó si podíamos jugar a las escondidas, pues la casa era algo grande y nueva para ellos. Las chicas lo miraron como riéndose; pero, para que sí les gustó la idea, porque aceptaron. La única regla era que no podíamos ir al segundo piso, pues no les había mostrado aún y no quería que metieran al cuarto de mis papás o abuelos por precaución. Ramiro fue quien nos buscó a los demás... No puedo negar que fue bastante divertido, pensé que iba ser aburrido. Terminamos cansados por correr de un lado a otro, sobre todo en el jardín. 

Como aún faltaba un rato para que llegaran los demás, María y Katty se animaron y nos preguntaron a Fernando y a mí si podíamos tocar con la guitarra. Para nosotros no había problema tocar; no obstante, faltaba la batería para Fernando, faltaban Akira, Crístofer y Nicolás. Les dije: "Miren chicas, Crístofer y Nicolás van a llegar en un rato; pero, solo tengo los bongós, y obvio que no suenan igual que una batería; además, me da un poco de vergüenza llamar a Kiara" - Todos me empezaron a molestar con ese sonido de wuuu~ o huuu~, como si me gustara; incluso Fernando y María me preguntaron algo como: "¿No dijiste que era como tu prima?" - Katty metió su cuchara y me pidió que la invitara a tocar y a ver las películas de terror con nosotros. Sabía que no me iban hacer caso, así que llamé a Kiara, suponiendo que no quisiera venir por algún trabajo en grupo similar al de Estef. Sin embargo, me equivoqué. Ella sí tenía trabajo en grupo, pero para la otra semana; así que aceptó sin problemas. Lo único gracioso que me dijo fue una broma: "Así que llamas a otras chicas cuando tu novia no está cerca". Le respondí con gracia que solo llamaba a chicas bonitas que tocaban el bajo en bandas; también se rio y aceptó venir.

Después de esa llamada, Nicolás y Martín llegaron con bolsas de papitas. Al pasar a la sala, le mencioné a Nicolás que íbamos a tocar antes de ver las películas; solo me preguntó por los demás, le dije que ya venían, incluida Kiara, y aceptó tranquilo. Luego de un rato, tocaron la puerta Crístofer y Rosalina con las películas; le avisé que iba a cantar; me miró con incredulidad diciendo qué y luego miró un poco avergonzado a Rosalina. Ella sonrió y, mientras afirmaba con su cabeza, dijo que también quería escucharlo (al final, aceptó). Después, mientras buscábamos los instrumentos de mis hermanos, Teresa y Ronald llegaron casi al mismo tiempo, pues primero llegó Teresa y, cuando estaba cerrando la puerta, apareció Ronald. Finalmente, llegaron Mike y Érica; todos se saludaron y les mencioné que primero tocaríamos algo. Además de Katty y Teresa, Mike, Érica, Rosalina y Martín estaban entusiasmados por vernos, e incluso querían que comenzáramos; sin embargo, les mencioné que debíamos esperar Kiara, porque no había batería y tal vez el bajo podría compensar un poco del sonido. Insistieron un poco más y aceptamos; tocamos una canción, pero se sentía que faltaba algo y nos dieron la razón. Segundos después de decir eso, llegó Akira con su bajo en la espalda y, antes de entrar, se despidió de su tío, pues la trajo en su carro; el señor también me saludó de lejos, aunque no recordaba quién era.

Mientras dejaba el bajo y se refrescaba, me distraje ver cómo vestía: un ¿crop top (me parece que se llamaba) o bividi negro? y un jean azul apretado que resaltaba la figura de sus caderas y trasero, se le veía muy bien. Desperté de mi distracción, pues me miró, y rápidamente les presenté a Kiara, pues no todos la conocían; solo la conocían de vista, pues era llamativo su color de cabello y sabían que era un año menor que nosotros. (me parece que hay cinco pelirrojos en todo el colegio, incluyéndola). Todos se portaron bastante bien, me parece que no hubo incomodidad alguna, incluso hicieron pequeñas bromas que me pareció le hicieron sentirse en confianza. Sin más rodeos, en la terraza colocamos y conectamos todos los instrumentos posibles a los pequeños amplificadores de mis hermanos; lo demás juntaron algunas sillas alrededor. Tocamos covers alrededor de una hora y les gustó a todos. Las clases que había recibido del profesor de música del colegio le estaban sirviendo a Crístofer; Nicolás consideró en no irse del grupo, pues se divirtió bastante; Akira fue la que más recibió ovación de todos nosotros, incluso se veía profesional; Fernando solo estaba regañando un poco, pues con bongós parecía un chiste. La comida chatarra ya estaba a la mitad y faltaba ver la película, la cual comenzamos a ver cerca de las diez. Admito que tenía un poco miedo cuando apagamos las luces, incluso Akira que estaba a mi lado se estaba riendo un poco, pues sabe que desde niño me dan miedo las cosas de terror. 

No recuerdo quiénes estaba en los muebles, pero estuve sentado en la alfombra con la espalda apoyada en el sofá. Akira se compadeció y sentó a mi lado para que no tenga tanto miedo. Al final, Crístofer colocó el CD y comenzó "Destino Final", un película del año 2001. No sé qué decir, pensé que iba a ser más terror y suspenso, lo que parecía en un inicio; no obstante, todos terminamos riéndonos, pues parecía una comedia con casualidades imposibles. Al terminar la película un poco después de las once, Fernando y Ramiro ya sabían dónde estaba el bar de casa y sacaron unas botellas con ron, vino y whisky. Todos tomamos algo, la presión social siempre me gana; pero, no obligaron a Kiara, quien sí tomó queriendo. Obviamente, las chicas me molestaron con ella y a veces me la lanzaban un poco mareada. Al final estuvimos jugando, tomando y riendo pasada la media noche, hasta que Kiara que tenía que ir. Todos decidieron también irse. Sin embargo, cuando ella se estaba yendo, pues llamó a su tío para que la llevara, mis papás estaban llegando más temprano de lo pensado. Era imposible disimular, nos encontraron tomados con la bebidas del bar... Increíblemente no se molestaron, de cierto modo estaban tranquilos que hayan más personas en la casa; el problema: no les había avisado que iba hacer esto. Por ese motivo, estoy en observación por parte de mis papás. Sea como sea, fue bastante divertido estar con mis amigos de esta manera, incluso quieren que se repita y, siendo sincero, no me molesta la idea.

1 comentario:

Poeta745 dijo...

Las clases que había recibido del profesor de música del colegio le estaban sirviendo a Crístofer (...)

Sí Juan, en este universo eso nunco pasó XD