12 dic 2025

Una semana tranquila y trajes de baño para la playa

18 de Mayo de 2007, Viernes

Fue un inicio de semana muy tranquilo. Un lunes sin novedades: clases, profesores, etc; lo usual. Lo único curioso era la perspectiva de muchas personas en mi aula sobre mí y parece que la semana sin clases les estimuló la imaginación, pues aún pensaban que había tenido relaciones con la hermana de Teresa. No sé si me tienen con cierto respeto o lo hacen como una forma de burlarse, era muy extraño. A parte de eso, tomé todas las clases y tareas extras en los recesos, aunque no le había dicho nada y al día siguiente pasó lo que pasó. 

El martes, en el primer receso, volví a quedarme en el aula para poder recibir las tareas extras, dado que quiero mejorar para mis exámenes de la universidad. En el segundo receso, Estef fue a mi aula y me esperó desde afuera, porque quería preguntarme si le había avisado a mis amigos para ir a la playa con ellas. Le comenté que aún no lo había hecho y me preguntó si podía salir un momento. Me dio risa, porque miré al profesor y le iba a pedir permiso, pero sin desviar la mirada de las hojas que estaba revisando y corrigiendo me dijo: "No te preocupes, puedes salir, pero ven rápido que ya estamos por comenzar la sesión." - Le agradecí y, apenas salimos de la vista de todos, ella me abrazó con reproches: "¿Por qué no me avisaste que ibas a tomar todas las clases extras de esta semana? El domingo te pregunté y me dijiste que no sabías" - Quería hacerme el gracioso y le respondí: "Bueno, ahora ya lo sé. (Le sonreí, me regresó la mirada un poco indignada y varias veces me pellizcó el estómago) Perdón, perdón, pero sabes que quiero mejorar".

Me dijo que me perdonaba si la besaba, pensé que era muy sencillo, pero, cuando estaba a punto, el profesor sacó la cabeza del aula y con voz alta me dijo que volviera. Como estábamos en un postura comprometedora, ambos saltamos de los nervios con un pequeño grito del susto. Ella me dio un besito en la mejilla y me pidió llamarla más tarde. Mientras se iba, se despidió del profesor y viceversa. Regresé al aula un poco alterado esperando algunas palabras de sermón; sin embargo, no me dijo que nada, solo que vaya mi asiento para iniciar con la clase. Creo que es el profesor de matemáticas, después de la profesora Gladis, que mejor me cae en todos mis años en el colegio. Después de ello, no hubo ninguna novedad, salvo por algunos tipos del salón que me hacían signo de aprobación con la cara y las manos, por el hecho de que me veía con Estef. 

El miércoles salí al primer recreo, ahí conversé con mi amigos y les pregunté a todos si querían ir a la playa con Estef y sus amigas. Ronald fue el primero en aceptar sin dudas. Todos lo miraron por las segundas intenciones que tenía. Rosalina arrastró a Crístofer, pues se notaba que él no quería ir. Mike y Érica aceptaron bastante contentos; aunque había un poco de duda. Katty, María y Teresa se sumaron muy rápido. Nicolás preguntó si podía ir con Anaís (su chica actual), le dije que no había problemas; aunque no del todo, por el interés de Nadia hacia él. Robin se moría de ganas de aceptar, pero tenía que ir a clases de la academia. Fernando y Ramiro aceptaron con un buena actitud y me preguntaron si, según yo, cosas irrelevantes: qué llevar, qué comeremos, el lugar, etc. Sentí cierta suspicacia en todo aquello que me preguntaban. Cuando hacíamos el recuento de quiénes iban a ir, Ramiro y Ronald nos preguntaron si Nicolás y yo podíamos ir, porque, al igual que Robin, teníamos clases en la academia. Les dijimos que por un día, no pasaba nada y no volvieron a preguntar. Me dio risa que Robin tuviera bastante envidia de Ramiro y Ronald, dado que, a diferencia de los demás, ellos no estaban en ninguna relación ni tampoco las amigas de Estef; por lo tanto, era su momento de actuar. Se estuvo quejando mucho, pero Ramiro y Ronald no le hacían caso; incluso estaban charlando en qué trabaje de baño llevaría cada una de las amigas de Estef, lo que desencadenaba más quejidos. 

Terminadas las clases del día, cada uno se dirigió al deporte inscrito de los miércoles. Mientras me dirigía al campo, me encontré con Pepe, quien iba de camino a la piscina, y conversamos un rato sobre varios temas, pero el que más le llamó la atención fue la playa, dado que salió el tema del fin de semana. Me preguntó si podía ir con nosotros y no vi problema alguno, así que también se incluyó. Luego, en los entrenamientos, mientras estábamos practicando postas, Estef me preguntó si le había avisado a mis amigos sobre la salida a la playa. Le conté cómo habían aceptados prácticamente todos, se puso contenta y me cambió de tema muy rápido con una pregunta: "¿Puedes enseñarnos matemáticas mañana en la tarde? Tenemos una prueba el viernes." - Camila apareció casi de inmediato y secundó el pedido de Estef. Un poco preocupado les pregunté por qué no me avisaron antes y me respondieron que Estef se había olvidado de preguntarme. Me puso una linda carita de súplica y me volvió a pedir el favor. 

Igual iba a ayudarles, por ese motivo, el jueves en la tarde me fui a su casa. Justo cuando estaba apunto de tocar la puerta, Teresa abrió y me saludó. Mientras salía, mención que iba a comprar algunas cositas, dado que también ayudaría con las matemáticas. Esa noticia me alegró un poco y luego me pidió subir. Fui a la habitación de Estef como siempre; sin embargo, cuando estaba entrando me topé con una sorpresa: Akira estaba modelando su bikini con el cabello amarrado frente a las demás. Ella giró a la puerta, supongo que pensaba que entraría Teresa para pedir su opinión; ligeramente me quedé con la boca abierta y las saludé a todas un poco perplejo. Noté cómo ambos nos avergonzamos y rápidamente se adentró en el pequeño closet que estaba con las puertas abiertas. Todas las demás se rieron, me molestaron haciendo ruidos de alarma y vergüenza y me pidieron salir hasta que Akira se volviera a cambiar. No tenía problemas, yo también quería salir, puesto que, debido a lo que vi, mis pantalones estaban haciendo una ovación y no podía calmarme. Hasta ahora recuerdo la vergüenza y de cómo trataba de respirar lentamente para calmarme. Traté de distraer mi mente y generé conversación desde el otro lado de la puerta. Conversamos un poco sobre qué tema sería la prueba del viernes. Estoy seguro escuchar la voz de Irene: "Chía, qué atrevida eres" -  Antes de abrir la puerta, Teresa subió y me preguntó por qué aún no había entrado. Le expliqué sin muchos detalles la situación y en ese momento nos dejaron entrar.

Entré con Teresa y todas me saludaron con cierta picardía. Entré serio, tratando de disimular la embarazosa situación; no obstante, Irene y Nadia resaltaron mi cara más roja de lo normal, excepto que esta última agregó: "Míralo, Kiara, dice que es tu primo y se avergüenza de verte en bikini..." - Entendiendo el contexto, Teresa intervino: "Ya chicas, no sean así. Igual, el domingo en la mañana, tanto ellos como nosotras vamos a estar en trajes de baños. No hay de qué avergonzarse, todos los años nos vemos en las clases de natación." - Sentí que algunas recién caían en la cuenta de eso, pues Camila, a pesar de ser siempre muy suelta de huesos, se cohibió un poco y dijo mientras me señalaba: "Pero nunca hemos tenido clases de natación con él o sus amigos. Solo contigo y María en los veranos" - Teresa pensó un momento con la mirada perdida y mencionó: "Creo que tienen razón... Ah, no importa, ¿en qué tema se quedaron para la prueba de mañana?" - Me dio risa, porque Akira parecía que quería vengarse y le preguntó: "¿Qué pasó Camy?¿Te da vergüenza que vean tu cuerpecito?" - Le contestó: "No es tanto así, pero uno de los amigos de Luis estuvo muy insistente conmigo en la reunión de hace tiempo. No me gusta nada." - Teresa comenzó a decir nombres, pero a Camila no le importaban, desde su perspectiva, dijo que haría lo posible para evitarlo cuando lo viera.

Estef me miró y preguntó si tenía alguna idea de quién pudiera ser, sinceramente tenía una idea; sin embargo, Teresa me pidió iniciar la explicación de la parte teórica con ella, porque no se recordaba muy bien cómo era. En el transcurso de la resolución de problemas, Akira, Camila y Samanta le prestaban bastante atención a Teresa. Por mi lado, Estef, Irene y Nadia estaban cuchicheando bastante y no estaban muy atentas. Me molesté un poco, pues el tema giraba, de acuerdo a lo que entendí, al cuerpo no tan desarrollado de Camila. Este tema me hizo mirar discretamente de vez en cuando a Estef e Irene, dado que ambas tienen un buen cuerpo. Me parece que no se dieron cuenta de que las estaba escuchando, porque interrumpieron mi explicación y me preguntaron qué me parecía Camila. Me hice el desentendido y dudoso les pregunté a qué se referían exactamente: académicamente, socialmente... Irene me preguntó: "No nos referimos a eso ¿te parece bonita? Apariencia, físicamente" - Me reí un poco y les dije que no sabía cómo responder a eso, dado que tenía a Estef a mi lado. Ella se sonrojó ligeramente y pidió mi opinión sincera. Contesté con lo que podía: "Pues, sí es bonita, pero se ve un poco infantil. No es una mala chica, es bastante animada..." - Estef me interrumpió y en voz baja mencionó en efecto: "Mira, Nadia, Camy y yo nos conocemos desde los seis años, sabemos que es muy bonita. Muchos chicos menores que nosotras la miran y parece que les gusta, pero creemos que es porque creen que es de su edad o menos que ellos.".

Me perdí por completo en la conversación, hasta que Teresa me preguntó cómo iba mi explicación con ellas. Nervioso le respondí que bien, pero francamente estábamos muy atrasados y me puse serio con ellas. No quería tener a Teresa molestándome por las notas de Estef. Estuvimos cerca de tres horas seguidas estudiando hasta lograr terminar la mayor cantidad de dudas posibles. Cuando resolvían los últimos ejercicios, Teresa se levantó, llamó a Samanta, pues logró terminar y entender todo, y me llamó a mi para ir a la cocina, porque necesitaba ayuda con algunos platos. Al parecer, había comprado bocaditos dulces y salados surtidos y algunos sándwiches en una panadería cercana. Me pusieron una gran bandeja en las manos y ambas ordenaron todo en mi cara, incluso algunos vasos. Teresa agarró otras vasos extra con mucha facilidad y Samanta llevó con ella dos gaseosas diferentes. En ese momento sentía como si fuera una rutina para ellas. Mientras subía las escaleras con dificultad, les pregunté si hacían esto con regularidad. Samanta respondió contenta: "Sí, casi todo el año pasado Teresa nos ayudaba con varios cursos y siempre nos invita distintos postres. Este año tú eres el nuevo, ahora ya tenemos quien puede llevar esa bandeja sin que sea caiga. Por lo general tenemos que subir y bajar un par de veces" - Teresa se reía y agregó cómo a Camila, Irene y Nadia se les había caído un par de veces, pues cada una quería demostrar que podía.

Entramos a la habitación y todas estaban contentas e inclusive impacientes.  Al colocar la bandeja en la mesa, Irene mencionó con mucho humor: "Y al primer intento, nada mal. Ya tenemos mayordomo" - Todas se bromeaban entre ellas y comimos con tranquilidad. Esta vez no hubo preguntas ni miradas raras o incómodas, debo suponer que se debía a Teresa. Comenzaron a conversar sobre sus traje de baño y traté de pasar desapercibido. Pero siempre venía el comentario de Nadia o Irene sobre qué opinaba. El problema fue cuando les dije que no podía imaginármelo y se armó un pequeño embrollo de que quería ver otra vez en bikini a Kiara o algo similar. En fin, el día terminó bien y cada uno fue a su casa. Mientras descansaba en mi casa, Estef se escuchaba emocionada, pues me llamó y estuvimos hablando muchísimo sobre la playa. Lo único incómodo al conversar eran algunos flashes mentales que me recordaban a Gina y cuando íbamos a la playa. A parte de eso, me pidió que vaya a su casa, pues su papá se había ofrecido a llevarlas y recogerlas. Francamente tenía vergüenza y no quería que mi tutor me viera con su hija y las amigas de su hija. Así que le agradecí y mencioné querer ir con mis amigos. Me pidió no llegar tan tarde y le aseguré que nos veríamos ahí con tiempo de sobra, aunque se escuchaba su incredulidad.