11 dic 2010

Una noche mas contigo...

8 de Diciembre de 2006 Viernes Rayos... A pesar de ser feriado, me tengo que ir al colegio. Son las 5:26 a.m. Aun no a salido el sol, Jina está aqui a mi lado, tengo muchas ganas de seguir durmiendo con ella, abrazarla, tocar su espalda con mi pecho y...Bueno...JEJEJE. Tengo que empezar con el porque estoy en casa de Jina durmiendo con ella. Fue algo simple... La mamá de Jina se fue a la otra ciudad, para coordinar con la casera de la casa donde iban a estar. Asi que, yo aproveché esa oportunidad para estudiar con Jina y acompañarla, porque está sola con su abuelita (su abuelito está enfermo y tuvo que ir de viaje). Para esto, tuve que persuadir a mis papás que me dejen ir a casa de Jina a estudiar química, porque estoy bajo. Ellos, como hace dos bimestres atras, no me dejaron, pero les pedí una última oportunidad, no estoy seguro como es que me dejaron, pero lo logré y me dejaron ir. Llevé mi uniforme y mi mochila con los cuadernos que iba a llevar. Al llegar, ella estaba muy contenta de que yo estuviera ahí. Empezamos a conversar, jugar, a contarnos chistes, etc. Hasta que empezamos a estudiar, ella me estaba enseñando y cuando me hablaba, no podía dejar de mirarla, trataba de concentrarme, pero no podía. Ella, se había dado cuenta de eso y estaba sonrojada, ella me dijo que prestara atención, pero le dije que primero, quería un beso suyo. Ella sonrojada me dijo que no, que primero teníamos que estudiar, hasta que le empezé hacer cosquillas, hasta que la abrazé la besé, ella me siguió y... Su abuelita pasó caminando por ahí. Se detuvo y dijo: "Muchachos, ustedes estan para estudiar, no quiero que hagan cochinadas... Estudien." - Nos separamos rápidamente, porque yo estaba muy sonrojado por lo que había pasado. Empezamos a estudiar con mucho empeño... Ya de noche, terminamos todos los temas y Jina me invitó algo de comer. Terminamos de comer y vimos televisión, dió una película de acción genial. Pero la película terminó un poco tarde. Jina se puso su pijama y empezamos a dormir... Pero no podíamos, así que empezamos a conversar otra vez. Hasta que empezamos a tener un poco de sueño. La abrazé por el estómago, sentía las palpitaciones de su corazón como se aceleraban y ella no era la única, porque ella me dijo: "Dile a tu carazón que se tranquilize." - Yo solo me empezé a reir y le seguí el juego diciendo le a mi carazón que no latiera muy rápido, ella se rió y empezamos a dormir...

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