15 feb 2010

Un Papá de Verdad

12 de Agosto de 2006 Sábado  
 
Ayer llamé a Gina para saber por qué no se había ido al colegio. Me respondió muy tristemente que su papá se puso muy mal, pues le diagnosticaron cáncer a un pulmón y, al otro pulmón, síntomas de cáncer... Era imposible hacerle un trasplante de pulmón, ya que no había disponibilidad de alguno o de donadores. Además, los médicos mencionaron que, a pesar de tener el órgano, había la posibilidad la falta de compatibilidad con el organismo de su padre. Gina estaba destrozada, porque tenía miedo de que su padre muera.  
 
Después de escuchar la noticia, me sentí un poco triste por ella y recordé un de los trabajo que hice para el profesor de literatura, un pequeño cuento que titulé: "Un Papá de Verdad" - Claro que me faltan las ganas y el ánimo para escribirlo todo por aquí; así que, lo voy a resumir. 
 
Se trataba de un niño (Leonardo) que había perdido a su padre desde muy pequeño y su madre se casó con otra persona años después. Pasaron mucho años, pero aun así Leo no lo aceptaba como su padre. Por ejemplo, cuando su papá quería jugar con él, Leo siempre se rehusaba y hasta a veces mostraba desprecio hacia él. Su papá estaba muy triste, porque no sabía qué hacer para que Leo lo acepte.  
 
(Voy a la parte final, porque esto es mucho relleno JAJAJA) 
Un día volviendo a casa, el papá de Leo quería salir con él, pero muy molestó le dijo que no y empezó a decir malas palabras. Su mamá apareció muy molesta preguntando a qué se debían tantos gritos. Leo también le respondió a su madre de la misma manera; su papá lo quería detener, porque estaba muy agresivo, pero antes de que lo pudiera sostener, salió de su casa. 
 
Mientras estaba muy molesto observando el río, se le acercó un hombre que no llegaba a reconocer bien y le preguntó qué le pasaba. Leo le respondió que no podía soportar tener a alguien que tratara de reemplazar a su papá. Conversaron un rato hasta que, en un momento, Leo empezó a llorar de tristeza, el extraño hombre, sacó un pañuelo de su bolsillo y se acercó a secar sus lágrimas. Muy conmovido por la actitud del chico, el señor le contó: "Un papá no es alguien que te da la vida, es la persona que te protege, te disculpa y te ama." - Leo comprendió esas palabras, le agradeció al señor y se fue a su casa. Al llegar, se disculpó con su  papá por todas las cosas que había dicho y hecho. Se disculpó con su mamá y aceptó la invitación de salir con quien ahora sí llamó su papá. Antes de irse a dormir, Leo encontró una carta encima de su almohada, no decía nada en el sobre, pero cuando abrió la carta, solo decía: "Me alegro por ti. Discúlpame por no estar contigo, aunque tienes a alguien mejor que yo" - Leo empezó a llorar, pues sabía que no era la letra de nadie en su casa... 
 
Creo que ahí lo dejo, no quiero recordar más y estoy con el cerebro saturado por tantos trabajos que he tenido que hacer y que aún debo hacer... Aunque el verdadero problema va hacer que Gina se alegre un poco, porque su papá parece que está en una muy mala situación.
Imagen de relleno (Leonardo)

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