21 may 2010

Nunca más...

10 de Septiembre de 2006 Domingo  
 
Dios... Hice una estupidez muy grande, nunca más les vuelvo hacer caso a Fernando o a Mike. ¿Cómo lo explico suavemente? Ah, sí... Me embriagaron. Es la peor mierda que me pudo pasar. Nunca puedes ver bien, dices cosas que no quieres (estúpidas), tiene mal sabor, te ríes de cualquier estupidez, sientes nauseas y, si tienes suerte, vomitas. La parte más divertida es que no puedes recordar bien las cosas del día anterior y al día siguiente despiertas con un dolor de cabeza de mierda. Wow, parece como si te quisieras suicidar cuando haces eso.  
 
Voy a tratar de calmarme y pensar en lo que recuerdo, además de lo que me contaron... Ya era de noche, me arreglé para la fiesta, me fui a la casa de Gina y luego nos fuimos juntos. En el camino, ella me estaba diciendo por adelantado que no iba a bailar, porque estaba de luto. Desde mi punto de vista, le dije que no había problema. 
 
Cuando llegamos, sus amigas la jalaron y la llevaron a un sofá, estaba rodeada. Mientras que mis amigos también me llevaron a su mesa, me hablaron de muchas cosas graciosas y me preguntaban por qué me había perdido tantas fiestas, ya que era quinceareños en su mayoría. Les conté que, a parte de la distancia de las fiestas, no me gustaban esas fiestas de las chicas. Luego, Fernando y Mike me dijeron algo como: " Cuando empiece la fiesta, vamos a celebrar, ya que hace tiempo que no te vemos en una fiesta" - Después, la fiesta empezó, me fui y me senté con Gina, ya que ella no iba a bailar. Pasado un rato, cuando Gina se fue al baño, Fernando y Mike se me acercaron y me dijeron: "¿Listo para festejar?" - La verdad, al comienzo les seguí su forma de "festejar". Luego, volvió Gina y les dije que mejor paremos, porque ya me sentía algo mareado, pero tomamos un poco más y de ahí no recuerdo bien. Creo que me pareció a ver dos maricones, porque parecía que se pintaban las uñas, pero no tenía sentido... Creo que le dije a Gina que iba a bailar y me fui dejándola sola, por suerte Teresa la acompañó. (soy un imbécil) 
 
Luego, me contaron que empecé a contar bromas estúpidas y yo era el único que se reía. Crístofer me contó que decía cualquier tontería y yo me empezaba a reír. Mike me contó que lo reté a pelear (que estupidez). La verdad, no recuerdo bien qué fue lo que pasó y tampoco me quiero acordar. No obstante, lo que sí recuerdo es que, en un momento, me fui al baño a vomitar. Luego, me senté como si me hubiera tirado al sofá, con el cuello torcido hacia atrás y brazos extendidos. Gina estaba preocupada por mí y se acercó a darme aire con un papel. Sentía culpa por emborracharme, ya que todos me miraban como el imbécil que no supo cuándo detenerse. Además, como el idiota que debió estar con Gina, pues ha perdido a su papá hace poco y debería estar con ella, no festejando como loco.  
 
Cuando me sentía algo mejor, le dije que nos fuéramos, ya que aún estaba algo ebrio y con poca conciencia, ademas necesitaba aire fresco para poder regresar a la normalidad. Ella me dio la razón y me acompañó todo el tiempo que necesitaba hasta que vuelva en mí. Me parece que nos fuimos a la 12:40 a.m. Desde el punto de vista de todos en la fiesta, aún era muy temprano para salir. Pero igual nos íbamos a la casa de Gina, pues ella me dijo que no iba a permitir que me fuera ebrio a mi casa. Me causó tristeza y dolor en mi honor, pues yo siempre la dejaba. 
 
Entre tambaleos de un lado a otro, ella me acompañó a mi casa, cuidándome como si fuera un enfermo recién salido del hospital. En la puerta de mi casa, y esto me lo contó Gina, aún bajo los efectos del alcohol, de la nada, comencé a llorar y me disculpaba con ella. Además, le decía: "Yo no quería esto... Lo siento" - Me dijo: "OK, está bien, tranquilo. Entra para que puedas descansar" - Le repetí lo mismo y ella me dio la misma respuesta. Por tercera vez volví a decir lo mismo, se molestó conmigo e hizo que entrara a mi casa. Ella me contó que al despertar recordó lo que pasó en la puerta de mi casa y se empezó a reír, pues estaba tan ebrio que no recordaba lo que decía.  
 
Bueno, gracias a Dios, ella llegó bien a su casa, mis papás no se dieron cuenta que llegué borracho, ya que estaban durmiendo cuando llegué. Además, le empecé a poner colonia, desodorante a toda mi ropa y me cepillé los dientes (en la mañana). Nunca más vuelvo a tomar, esto me dejó una gran lección.

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