27 ago 2010

Una pelea contigo... Parte 2

25 de Octubre de 2006 Miércoles 

Esta vez la cagué, lo acepto. Me equivoqué, soy un tarado y espero que mañana ella aún quiera hablarme. La verdad es que no lo pensé mucho en ese momento; además, cada vez que me molesto, trato de eliminar aquello que me causa la furia.  
 
Soy un tarado, ya que, desde que subí a la movilidad en la mañana, no la quería ver y no me senté a su lado como todos los días. Crístofer, me saludó y me dijo en voz baja: "¿No se van a disculpar por la pelea de ayer?" - No le quise responder, tan solo me acomodé con el asiento de adelante y me cubrí la cara con los brazos para no escuchar a nadie. Al llegar al colegio, fue una gran incomodidad, porque pensaba que todos me iban a regañar. Cuando llegué a mi salón, Mike, Katty y María muy alegres me preguntaron si ya había hecho las paces. Les respondí muy molesto que no lo había hecho. Mike me dijo algo enojado: "Pero han peleado por algo estúpido, no seas imbécil" - Muy molesto le respondí que no era de su incumbencia y nadie me quiso hablar después que dijo esto. 
 
En el recreo, no podía ver a nadie, así que me fui a la azotea para pensar que tan estúpidos habíamos sido. Pero en vez de eso, creo que me molesté un poco más... Me traté de calmar, pero me molesté más y más. En las clases, me molesté más, pero no por culpa de Gina, sino por culpa del profesor. Cuando llegó el otro recreo, estaba muy molesto. Me fui otra vez a la azotea, pero me encontré a Gina mirando hacia el patio. Ella volteó y me miró algo molesta. Para mí,  se veía un poco forzada, pero se empezó a disculpar. Reaccioné algo mal por estar molesto, le empecé a decir cosas feas y le dije que su disculpa no significaba nada. Muy molestos volvimos a pelear, hasta que, en un momento, empezó a llorar y me dijo que era un idiota, un imbécil, un... Muy molesta y triste se fue... En ese momento, no sentí nada, pero ya casi terminando las horas de clase, recordé la cara de Gina y me dolió muchísimo.
 
Siento mucha pena. Pena por Gina, pues ella se estaba disculpando conmigo y no quise aceptar. Pena por mí mismo, porque he sido un insensible. Pena, porque debe llorar y ahora no hay nadie en su casa, dado que su mamá debe ir a trabajar más horas. No me ha contestado el teléfono, no responde mis mensajes y de verdad quiero pedir perdón.

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