30 de Agosto de 2005 Martes
Fue un día... ¿Bueno?... Mike me golpeó en el pecho, cerca de mi hombro derecho como un símbolo de que estaba disculpado y de que no sea tan despistado. Teresa me tiró una cachetada. Para ser sinceros, ella no quiso, sino que le obligué. Gina me tiró una cacheta muy dura, diciendo que era para que se me vaya lo despistado. Luego, cuando todos fuimos a la piscina, el día mejoró, ya que Gina, antes de entrar, me rodeó la cabeza con sus brazos y me dio un beso. Se sintió bien, bastante cálido y sincero. Luego, me preguntó si aún me dolía la cachetada y el golpe. Le respondí que sí, pues la cachetada había dejado una marca ligeramente roja en mi cara. Además, el golpe que Mike me dio comenzaba a ponerse verde. Ella notó el color cuando me quité el polo, me sobó el pecho, un poco el hombro y principalmente mi cara. Bueno, digamos que fue un buen día, por esta parte.
Excepto porque, cuando estábamos de regreso del colegio, nos encontramos con Akira, a quien no habíamos visto recientemente por ser muy buena en los deportes. En fin, nos contó que el colegio la mandó a que participe en las competencias interescolares, el deporte era natación. Cuando me vio... Me malogró el día. Me saludó amablemente con un fuerte abrazo y a Gina con indiferencia. Para hacer tema de conversación, y no quedar como un antipático, le pregunté cómo estaba y esas cosas de cortesía. Pero, como quería liberarme de ella, le dije que tenía que hacer tareas Gina. Dijo que ella me podía ayudar, pues también es muy buena en las materias académicas. Le respondí que ya había quedado desde unos día antes. Solo miró a Gina sin mover la cabeza, se despidió de mí y me dijo que un día de estos me llamaría. Gina me miró y me preguntó qué le pasaba a Akira. Le pedí que no le prestara atención y, a pesar de mirarme con duda, seguimos nuestro camino.
Fue un día... ¿Bueno?... Mike me golpeó en el pecho, cerca de mi hombro derecho como un símbolo de que estaba disculpado y de que no sea tan despistado. Teresa me tiró una cachetada. Para ser sinceros, ella no quiso, sino que le obligué. Gina me tiró una cacheta muy dura, diciendo que era para que se me vaya lo despistado. Luego, cuando todos fuimos a la piscina, el día mejoró, ya que Gina, antes de entrar, me rodeó la cabeza con sus brazos y me dio un beso. Se sintió bien, bastante cálido y sincero. Luego, me preguntó si aún me dolía la cachetada y el golpe. Le respondí que sí, pues la cachetada había dejado una marca ligeramente roja en mi cara. Además, el golpe que Mike me dio comenzaba a ponerse verde. Ella notó el color cuando me quité el polo, me sobó el pecho, un poco el hombro y principalmente mi cara. Bueno, digamos que fue un buen día, por esta parte.
Excepto porque, cuando estábamos de regreso del colegio, nos encontramos con Akira, a quien no habíamos visto recientemente por ser muy buena en los deportes. En fin, nos contó que el colegio la mandó a que participe en las competencias interescolares, el deporte era natación. Cuando me vio... Me malogró el día. Me saludó amablemente con un fuerte abrazo y a Gina con indiferencia. Para hacer tema de conversación, y no quedar como un antipático, le pregunté cómo estaba y esas cosas de cortesía. Pero, como quería liberarme de ella, le dije que tenía que hacer tareas Gina. Dijo que ella me podía ayudar, pues también es muy buena en las materias académicas. Le respondí que ya había quedado desde unos día antes. Solo miró a Gina sin mover la cabeza, se despidió de mí y me dijo que un día de estos me llamaría. Gina me miró y me preguntó qué le pasaba a Akira. Le pedí que no le prestara atención y, a pesar de mirarme con duda, seguimos nuestro camino.
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