1 nov 2008

Es dificil decir "Adios"

9 de Noviembre de 2005 Miércoles

Hoy, todo el día empezó como debió empezar, Gina y yo fuimos castigado por habernos perdidos ayer. Ella no se sentía mal por ser castigada, porque yo también lo fui. Además, por el simple hecho de que lo ocurrido había sido un accidente. Después de ello, todo el día estaba tranquilo, hasta que terminó el segundo recreo, R
ita apareció en la puerta de mi clase y me llamó. Todo mi salón se sorprendió, porque algunos nos sabían quién era ella. El profesor trató de poner orden, pero incluso así todos empezaron a ver por la ventana. Rita dio un gran suspiro y me dijo:

- Es hora de irme. No pensé que sería tan bonito volver, a pesar de que en varias ocasiones me negué... Me ha dado mucha nostalgia. En fin, ya no importa, espero que te cuides. Me me despides de los tíos (refiriéndose a mis papás). Nos vemos, espero dentro de poco... Cuida a tu novia JAJAJA


Le pregunté cómo es que la dejaron entrar al colegio. Me contó que pidió que le dejaran pasar, pues era un familiar que debía despedirse y así ocurrió. La miré como bromeando por la seguridad del colegio; nos reímos bastante, volvió a despedirse, me abrazó y me besó en la mejilla. Mientras se despedía estaba con una cara un poco triste. No supe qué hacer, porque me ponía nervioso al saber que me veían a través de las ventanas. Lo único que hice fue hablarle algunas cosas personales, hacerla reír un poco más, besarla en la mejilla y despedirme. Después, se fue, entré al salón y, por extraño que parezca, todos estaban atendiendo a la clase.

Después, en el recreo, Gina me abrazó mucho y me dijo que no estuviera triste por la despedida de Rita, pues era probable que vuelva. Le agradecí y traté de cambiar el tema. Después de un momento, pensé que debía hablar con Teresa, pues sentía que ella era un poco más madura e imparcial en lo ocurrido estos días. Después se me ocurrió alguien.

A la salida, le pedí a Teresa que conversáramos un ratito, pues sí estaba algo triste. Una vez que le expliqué el porqué de la conversación. Ella me dijo:
- La relación con tu amiga es diferente... Cre
o que es doloroso para ti, porque ella te gustaba antes. Se veía que te tenía aprecio. Lo bueno es que no la besaste, eso sí hubiera sido doloroso para tu corazón, qué bueno que no lo hiciste ¿verdad?

Me quedé pensando en si la hubiera besado o no, ya que, de solo pensarlo, mi imaginación vuela. Luego, Teresa se despidió de mí y me quedé algo atontado pensado en haber besado a Rita. En fin, no voy a darle más vueltas al asunto. En un rato voy a casa de Gina a estudiar, quiero acompañarla; solo espero que no esté su papá.

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