30 de Septiembre de 2005 Viernes
Hoy, Ronald no ha dejado de hablar de su novia. Eso está incomodándonos un poco a todos, porque ya está siendo un poco fastidioso. Al principio, normal, genial que nos contara su intimidad, pero ya cansa ahora. Me gustaría decirle que, en vez de que nos lo contara, se lo dijera a ella. Pero, ella estudia en otro colegio. Imagino que él siente mala suerte, aunque también para nosotros. Le entiendo su emoción y todo eso, aunque no es hora de hablar de su pareja cuando se está entre amigos o cuando ya cambiamos de tema.
Dejando de lado ese tema, ahora uno un poco más complejo... Cuando Gina y yo estábamos regresando del colegio, nos encontramos a Estéfani sentada en una banca con otro uniforme que no era del colegio. La saludamos, creí que me iba a saludar de forma animada como siempre lo hace por verme. Pero, esta vez solo dijo Hola y empezó a llorar. Le preguntamos el porqué y fue porque la habían cambiado de colegio.
Estéfani dijo llorando:
-Mi papá me sacó del colegio, porque un día hice molestar a la señora de limpieza de mi casa. Ella le contó lo que pasó cuando fuiste a mi casa. Me vio cuando te agarré de la mano y escuchó cuando te dije que estábamos solos. Por lo menos creí que no sabía nada, en fin, creí que nadie estaba en mi casa, pero me equivoqué... (miró a Gina) No te preocupes, solo estaba bromeando con él.
Gina no dijo nada, pero me miró con cara de ¿Qué?. Luego su expresión cambio a qué puedo hacer... si es medio idiota. Por lo menos siento que eso decía su expresión facial. Siento que soy un maestro leyendo sus gestos.
Gina no dijo nada, pero me miró con cara de ¿Qué?. Luego su expresión cambio a qué puedo hacer... si es medio idiota. Por lo menos siento que eso decía su expresión facial. Siento que soy un maestro leyendo sus gestos.
Después de que nos contó eso, le dije que la íbamos a ayudar hablar con su papá. Muy feliz me abrazó y casi me besa en la mejilla, aunque alejé su cara de la mía, sin que se notara mucho. También abrazó a Gina, pero se vio algo incómoda por su parte. De regreso, cuando quería dejar a Gina en su casa, ella caminaba ligeramente más rápido y no me decía nada con la cabeza mirando al lado opuesto a mí. No hablamos mucho. Después de un rato de caminar, hablamos muy poco y cambiamos de tema rápidamente. Necesito llamarla, pues no me gusta que se sienta incómoda por Estéfani. Osea, estaría mintiendo si digo que no me llama la atención Estéfani; pero, es a Gina a quien quiero. Voy a dejarle en claro eso cuando la llame.
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